Durante su emotiva declaración en el juicio, la exmujer de Diego 'El Cigala', Dolores Ruiz Méndez, relató con crudeza las terribles agresiones físicas y psicológicas que sufrió a lo largo de su relación. Siempre con una sensación de temor, comentó que los momentos más angustiantes ocurrieron en Punta Cana, donde se sentía atrapada en un 'infierno'. "Anhelaba volver a España, fue un sufrimiento constante", confesó, visiblemente conmovida.

Dolores reveló que, desde el nacimiento de su primer hijo, la relación con el famoso cantaor comenzó a desmoronarse. A pesar de su profundo amor por él, nunca se atrevió a denunciarlo por vergüenza y miedo. Fue solo cuando Diego comenzó a amenazarla con quitarle a sus hijos que decidió buscar ayuda y acudir a la comisaría. "En la cultura gitana, los hombres tienen un papel dominante", recordó, mientras compartía su angustia por sentirse completamente dependiente económicamente de él. A pesar de ello, Dolores nunca dejó de luchar contra las humillaciones y abusos diarios.

Las agresiones físicas no eran el único sufrimiento; también denunció insultos y amenazas constantes que se normalizaron con el tiempo. En su testimonio, subrayó cómo Diego no soportaba que ella tuviera éxito o pudiera brillar por sí misma, lo que la sumió en una profunda tristeza, ya que se sentía cada vez más aislada y controlada por su pareja.

El juicio ha arrojado luz sobre el oscuro pasado de Diego 'El Cigala', quien ya fue condenado en 2014 por amenazas hacia una azafata, lo que evidentemente establece un patrón de conducta violenta que trasciende su relación con Dolores.

Con su testimonio, Dolores Ruiz Méndez no solo busca justicia personal, sino que también resalta la alarmante realidad del maltrato que muchas mujeres enfrentan, a menudo en silencio. A pesar de los esfuerzos por encubrir y normalizar la violencia de género, es un paso crucial hacia la visibilización de estas atrocidades que, finalmente, deben ser confrontadas y erradicadas.