Durante años, el índice de masa corporal (IMC) ha sido una herramienta común para evaluar la salud, pero cada vez se cuestiona más su precisión. Un análisis reciente ha revelado que existen métricas más efectivas para determinar los riesgos cardiovasculares y otros problemas de salud, desafiando así la idea tradicional del IMC.

Estudio revela un mejor indicador de salud

Investigadores del British Journal of Sports Medicine han publicado un estudio que analizó datos de 20 investigaciones que incluyen a casi 400,000 personas. Este análisis compara la aptitud cardiovascular de los participantes con su IMC. La evaluación de la condición física se realizó mediante una prueba de ejercicio de VO2 pico, y se examinó el riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad por cualquier causa.

Los resultados son sorprendentes: las personas con sobrepeso u obesidad que se encontraban en buena forma física no tenían un riesgo significativamente mayor de padecer enfermedades cardíacas o de morir. Por el contrario, aquellas que no estaban en forma tenían un riesgo de mortalidad dos a tres veces mayor, independientemente de su peso. Esto subraya un hallazgo crucial: la aptitud física es un predictor más relevante de salud que el peso corporal.

“Desde una perspectiva de salud, los riesgos de no estar en forma son mucho peores que los riesgos asociados con tener peso extra”, afirmó Siddhartha Angadi, PhD, autor principal del estudio. Este descubrimiento refuerza más de tres décadas de investigaciones que subrayan la importancia de la aptitud física por encima de la cantidad de peso.

La fitness como signo vital

Angadi sugiere que en un mundo ideal, la capacidad de ejercicio debería considerarse un "signo vital", al igual que la presión arterial o la frecuencia cardíaca. Esto permitiría una evaluación más precisa de los riesgos para la salud y podría llevar a un cambio en la manera en que medimos el estado de salud general.

¿Qué es el VO2 máximo y cómo se mide?

El VO2 máximo es una medida de la cantidad de oxígeno que el cuerpo puede absorber y utilizar durante el ejercicio, siendo un indicador clave de la aptitud cardiovascular. Se calcula mediante una prueba especializada en un laboratorio de medicina deportiva. Durante esta evaluación, el paciente utiliza una mascarilla que registra el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono mientras realiza ejercicio, como correr en una cinta o pedalear en una bicicleta.

Algunos dispositivos de monitoreo de actividad física pueden estimar el VO2 máximo usando el ritmo y la frecuencia cardíaca, pero estas estimaciones suelen ser menos precisas que en una prueba profesional.

¿Y el IMC?

El IMC, por otro lado, es una fórmula que relaciona el peso y la altura de una persona, pero ha sido criticado por no tomar en cuenta factores como la masa muscular, las diferencias de sexos, razas o grupos de edad. Por ejemplo, una persona con alta masa muscular podría ser clasificada como obesa bajo esta medida, aun cuando goza de una excelente condición física.

La conclusión de los expertos

Es evidente que la salud va mucho más allá de un simple número en una balanza. La aptitud física debería ser priorizada a la hora de evaluar nuestro bienestar. Así que, ¿cuándo fue la última vez que verificaste tu verdadero estado de salud? ¡Es hora de que tomes el control y priorices tu bienestar físico por encima de los estándares tradicionales!