¿Qué sorpresas traerá la cumbre del clima de Bakú? Expectativas bajas y el impacto de Trump en la agenda climática
2024-11-10
Autor: Carlos
La 29ª Conferencia de las Partes (COP29) de Naciones Unidas sobre el cambio climático está a punto de comenzar, con Bakú, la capital de Azerbaiyán, lista para recibir a entre 40,000 y 50,000 delegados que representan a 198 actores globales (197 países y la Unión Europea). Aunque la participación es considerable, las expectativas para esta cumbre son bajas, especialmente a la luz de la próxima COP30 que se celebrará en Brasil.
Se prevé que Brasil, bajo el liderazgo de Lula da Silva, ponga un énfasis significativo en la acción climática, dado que la cumbre de Belém será una puerta de entrada simbólica a la Amazonía y se enfocará en un futuro más sostenible. "La COP30 marcará la recta final hacia los objetivos de desarrollo sostenible para 2030", afirma Ricardo Martínez, investigador del CIDOB, que asistirá a la conferencia.
Sin embargo, no se debe menospreciar la relevancia de la COP29. WWF ha señalado que este encuentro podría ser "un momento crucial para desbloquear la acción climática", ya que se espera establecer las bases para que los países elaboren planes climáticos nacionales alineados con el objetivo de limitar el calentamiento a 1.5 °C.
Las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) son esenciales, funcionando como la hoja de ruta que cada país tiene que presentar ante la ONU. La relevancia de las NDC es mayor que nunca, ya que el ritmo de las emisiones globales sigue siendo preocupante, y se espera que en 2025 haya una nueva ronda de evaluaciones. "Necesitamos una reducción del 32% en emisiones para 2030", enfatiza Ruth Nyamasege, facilitadora de las NDC, quien avisa que sin acciones concretas, cualquier ambición se desvanecerá.
La situación se complica con la posibilidad del regreso de Donald Trump a la presidencia de EE. UU., lo que podría ralentizar el progreso en cuanto a descarbonización, aunque Martínez asegura que este proceso es irreversible debido a las inversiones privadas en energías renovables, que superan a las de combustibles fósiles.
Uno de los focos problemáticos de la COP29 será la financiación. Desde la COP15 en Copenhague en 2009, se ha debatido sobre los necesarios 100,000 millones de dólares anuales prometidos para ayudar a las naciones más vulnerables a adaptarse al cambio climático. Sin embargo, solo se empezaron a cumplir en 2022 y mucha de esta financiación proviene de préstamos en lugar de subvenciones, lo que agrava aún más la situación de los países en desarrollo.
Otro desafío a considerar durante esta cumbre será el aumento alarmante de las emisiones de CO₂, particularmente de la aviación privada, que ha crecido un 46% entre 2019 y 2023. Esto se vuelve relevante ya que algunos eventos internacionales han generado picos de emisiones significativas, lo que pone en tela de juicio el compromiso de los delegados con una agenda climática responsable.
Mientras Bakú se prepara para la cumbre, surgen muchas preguntas. ¿Lograrán los líderes concretar acciones decisivas o se quedarán en palabras? La batalla por el futuro del planeta está en marcha, y sus resultados podrían ser decisivos para un mundo que ya enfrenta tiempos difíciles.