Volodímir Zelenski, el presidente de Ucrania, fue un firme aliado de Donald Trump durante su primer mandato, y su estrategia luego de las elecciones parece centrarse en congraciarse con el magnate neoyorkino, especialmente ahora que su regreso a la Casa Blanca es un hecho. En un mensaje de felicitación publicado en la red social X en las primeras horas del 6 de noviembre, Zelenski no escatimó en elogios, mencionando reuniones previas y la crucial "paz mediante la fortaleza" como claves para el futuro de su país.

Zelenski es consciente de que una vez que Trump asuma la presidencia en enero, el destino de Ucrania podría depender de su relación con el nuevo líder estadounidense. Sin embargo, la imprevisibilidad de Trump dificulta la formulación de un posible acuerdo para un cese de hostilidades. Según analistas, algunas tendencias comienzan a vislumbrarse. J.D. Vance, quien probablemente será uno de los vicepresidentes más cercanos a Rusia, anticipa que los territorios ocupados por Moscú podrían permanecer bajo control ruso, separados de Ucrania por zonas desmilitarizadas similares a las de Corea.

Además, se menciona que el Ejército ruso, a pesar de las numerosas bajas, continúa sus esfuerzos por avanzar, buscando expandir su territorio en un contexto en el que el ejército ucraniano se fortalece para impedir nuevas invasiones. Sin embargo, las propuestas de Vance han levantado dudas, especialmente en lo relativo a quién podría supervisar una zona desmilitarizada, dado el escaso interés de otros países por enviar tropas a la región.

Con respecto a las garantías de seguridad que Ucrania necesita desesperadamente, el camino hacia una solución parece lleno de obstáculos. Expertos señalan que la entrada del país a la OTAN es prácticamente descartada y se profundiza la idea de una neutralidad, lo que podría dejar a Ucrania en una situación vulnerable. Sin embargo, algunos líderes europeos contemplan establecer una "autonomía estratégica" respecto a Estados Unidos para reducir la incertidumbre cada vez que se celebran elecciones en el país norteamericano.

Por otro lado, el equilibrio del poder militar y las tensiones en la región podrían cambiar si Europa decide proporcionar a Ucrania misiles de largo alcance, algo que ha estado en debate entre líderes europeos. Mientras tanto, el gobierno de Joe Biden ha restringido el uso de ciertos misiles en territorio ruso, pero este enfoque podría cambiar si el partido opositor ganara las elecciones, enfatizando la lucha por asegurar el apoyo militar para Ucrania.

Finalmente, a pesar de que no habrá ganadores ni perdedores claros en este conflicto, se está considerando la propuesta de utilizar los fondos rusos congelados, que ascienden a 300 mil millones de dólares, para la reconstrucción de Ucrania. Esta idea ha sido planteada por figuras influyentes que ven en ello una vía para ayudar a Ucrania a recuperarse, en un momento en que la ayuda estadounidense podría estar disminuyendo. Se trata de un escenario complejo y lleno de incertidumbre, pero también de oportunidades que podrían cambiar el rumbo de la política internacional.

Mantente informado, porque este asunto no sólo afecta a Ucrania, sino a toda Europa y más allá.