Existen diversas tácticas para frustrar una OPA (Oferta Pública de Adquisición), pero la más eficaz es, sin duda, dilatar el proceso hasta que el inversor se aburra y abandone la lucha. Esta parece ser la estrategia del Gobierno y de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores), que ahora involucra a la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia). En un reciente comunicado, la CNMC anunció que la operación de concentración entre BBVA y Banco Sabadell avanzará a una segunda fase, lo que conlleva nuevos estudios y análisis exhaustivos que podrían extenderse, en el mejor de los casos, hasta 2025.

La CNMC ha manifestado que, considerando las circunstancias de la operación y su posible impacto en la competencia efectiva, ha decidido hacer un análisis más profundo, en línea con el artículo 57.2.c de la Ley de Defensa de la Competencia. La CNMC justificó su decisión diciendo que el sector financiero, particularmente los servicios bancarios y de pagos, se vería afectado, además de las interacciones de ambas entidades en otros campos como seguros, fondos de pensiones y gestión de activos. Es irónico que tras cuatro meses de espera, ahora se den cuenta de estas implicaciones, lo cual sugiere que deberían colaborar con Agatha Christie para resolver este misterio empresarial.

Esto se convierte en una situación alarmante cuando se recuerda que, en casos anteriores de concentraciones bancarias, como la de CaixaBank con Bankia, la CNMC respondió mucho más rápido. ¿Podría ser que esta lentitud responda a intereses políticos? Cabe destacar que el Gobierno ha manifestado su oposición a esta OPA desde el principio, lo que podría estar incidiendo en estos retrasos.

¿Y qué sucede ahora? BBVA ha declarado que “continuará colaborando estrechamente con la CNMC para concluir lo antes posible el acuerdo de compromisos y la aprobación del expediente”. Esto implica que la entidad está considerando si es tiempo de rendirse o de seguir adelante. Anunciaron su OPA con un horizonte de seis a ocho meses para obtener las aprobaciones necesarias, pero hasta el momento, no han logrado ninguna.