¿Qué llevó al fin de la relación entre Andrea Berta y Carlos Bucero en el Atlético de Madrid?
2025-01-06
Autor: Marta
El 20 de enero de 2024, el Atlético de Madrid sorprendió al mundo del fútbol al anunciar la llegada de Carlos Bucero como director general de fútbol. Solo 351 días después, el 5 de enero de 2025, el club hizo oficial la salida de Andrea Berta como director deportivo. Este breve pero intenso lapso estuvo marcado por tensiones y desavenencias que finalmente desembocaron en la ruptura de su colaboración.
La salida de Berta deja al departamento deportivo en una situación delicada, ya que el club se encuentra en la búsqueda activa de un reemplazo. Lo más inquietante es que Berta era considerado el principal aliado del entrenador Diego 'Cholo' Simeone, alguien en quien el argentino confiaba plenamente para manejar el vestuario y sus exigencias, algo que ahora se encuentra en la cuerda floja.
Los problemas comenzaron durante el mercado de fichajes de verano. Con poco tiempo para trabajar, Bucero se centró en ajustar la masa salarial y planeó las salidas de varios jugadores, incluido Saúl Ñíguez. Se buscaba un rejuvenecimiento de la plantilla, que se había vuelto algo obsoleta, y un nuevo impulso para traer esperanza a la afición. El primer gran éxito en este sentido fue la incorporación de Le Normand, un acuerdo que se forjó entre Bucero y Berta con gran entusiasmo.
No obstante, las diferencias comenzaron a surgir a medida que se discutieron los refuerzos del equipo. Para sustituir a Álvaro Morata, Bucero prefería al delantero ucraniano Dobvyk, mientras que Berta apostaba por la opción del noruego Sorloth. Después de negociaciones complicadas, y ante la evolución del mercado, Sorloth se convirtió en la prioridad de Berta, marcando el primer gran desacuerdo que fracturó su relación profesional.
Los desacuerdos continuaron con los fichajes de Conor Gallagher y Javi Guerra. Ambos directivos estaban en desacuerdo sobre quién debía llegar: Bucero deseaba a Guerra, mientras que Berta se inclinaba por Gallagher. Finalmente, la salida de João Félix facilitó la llegada del inglés, otra victoria para Berta que comenzaba a acumular más poder en la toma de decisiones.
Uno de los puntos críticos fue la búsqueda de un nuevo delantero. Berta tenía en mente a Julián Álvarez, vital para el futuro del club sosteniendo la salida inminente de Griezmann. Mientras que Bucero, aunque se mostró abierto a la firma de Álvarez, también proponía a Samu Omorodion, lo que llevó a una confrontación sobre la forma en que se debía manejar la situación. Ambos puntos de vista generaron una tensión innecesaria y, aunque finalmente se llegaron a acuerdos, el ambiente seguía deteriorándose.
Además, la llegada de Juan Musso fue atribuida a Bucero, quien sabía que era necesario contar con un suplente de garantías para Oblak. Esto se hacía en un contexto donde muchos consideran que Oblak podría salir en el futuro, algo que está en la mente de todos los aficionados.
Por último, no se puede dejar de mencionar el fichaje de Clément Lenglet. La negociación se volvió a complicar cuando Bucero intentó bloquear su llegada, mientras que el jugador y Simeone deseaban verlo en el Atlético. A pesar de las diferencias, Lenglet terminó aterrizando en Madrid y se ha convertido en un jugador clave.
La historia de Berta y Bucero en el Atlético de Madrid es una mezcla de ambición, desacuerdos y decisiones delicadas que han configurado el futuro del club. Ahora, con la marcha de Berta, muchos se preguntan qué cambios más radicales se avecinan en el equipo. ¿Podrá el club superar esta turbulencia y encontrar un nuevo director deportivo que esté a la altura de las circunstancias? ¡Sigue atento para descubrirlo!