¿Puede Trump ser el salvador de Ucrania? Promesas vagas en un mar de negociaciones complicadas
2025-01-21
Autor: Carlos
Desde el inicio del conflicto en 2022, Estados Unidos ha tenido un objetivo claro en Europa: poner fin a la guerra en Ucrania. Después de que Joe Biden intentara mediar, ahora es el turno de Donald Trump, quien ha prometido repetidamente durante su campaña electoral que acabaría con la guerra en tan solo 24 horas tras asumir la presidencia nuevamente. Sin embargo, el enviado de paz para Ucrania y Rusia, Keith Kellogg, ha ofrecido un marco de tiempo más razonable, aunque igualmente impreciso: 100 días, aunque algunos analistas mencionan que podrían ser necesarios hasta seis meses para alcanzar algún tipo de acuerdo.
Mijail Alexseev, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de San Diego y experto en las repercusiones sociopolíticas del conflicto, revela que estas promesas pueden estar más relacionadas con la política interna estadounidense que con la realidad del conflicto. "El desafío será enorme", señala, destacando que estas declaraciones parecen buscar un impacto político inmediato en lugar de abordar la complejidad del conflicto.
Previo a las elecciones estadounidenses, Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, se reunió con Trump para expresar su preocupación por la guerra y respaldar su mantra de "paz a través de la fuerza". Tras los comicios, ambos líderes se volvieron a encontrar durante la ceremonia de reapertura de Notre Dame en Francia, donde Zelenski reconoció la necesidad de una salida diplomática para el conflicto.
Históricamente, todas las guerras terminan, pero las formas en que se logra la paz son muy diversas. Para alcanzar un cese al fuego, es crucial comprender las exigencias de cada parte y las concesiones a las que estarían dispuestos a llegar.
En una columna reciente en The New York Times, el ex asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, y el ex secretario de Estado, Antony Blinken, subrayaron la importancia de no ceder ante Rusia y de continuar el apoyo a Ucrania desde Washington. Los expertos consultados coinciden en que el desenlace del conflicto no solo depende de las decisiones de los actores directos, sino también de las promesas y compromisos de las potencias involucradas, como Estados Unidos y la OTAN.
Por ahora, los objetivos de Rusia son claros: mantener el control sobre las regiones del Donbás y evitar que Ucrania se una a la OTAN. A su vez, Ucrania busca proteger su integridad territorial y garantizar su futura membresía en la Alianza.
Según encuestas recientes, el 57% de los ucranianos está dispuesto a continuar la lucha, rechazando cualquier ganancia territorial para Rusia, mientras que un 43% podría aceptar algunas concesiones, aunque nadie está preparado para hablar de capitulación. La presión sobre ambos lados es inmensa, y la situación sigue evolucionando con cada nuevo desarrollo en las negociaciones. ¿Logrará Trump cumplir con sus promesas, o será únicamente otro intento fallido en un conflicto que ha desgastado a Europa por más de un año?