Salud

Premio Innovador a la Prevención de la Leucemia Infantil

2024-11-03

Autor: David

Ana Casado, una brillante investigadora de Ávila, ha sido reconocida como la ganadora de la primera edición del Premio Alumni–USAL 'Salud y Bienestar', otorgado por Espacio de Salud DKV en Salamanca. Su trabajo, titulado 'Leucemia infantil de células B: preleucemia, estrés inmunológico y prevención', ha recibido un premio de 6.000 euros, destacando la urgente necesidad de investigar y prevenir esta enfermedad devastadora.

Ana Casado García es doctora en Biociencias y trabaja como investigadora postdoctoral en el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL), donde está involucrada en un proyecto innovador que estudia la leucemia infantil, el tipo de cáncer más común en niños. La investigación se centra en las bases genéticas y ambientales que contribuyen a esta enfermedad. A pesar de que uno de cada 10 niños puede nacer con alteraciones genéticas que predisponen a la leucemia, sólo el 1% desarrolla la enfermedad. Esta discrepancia sigue siendo un misterio en la investigación médica.

Durante la competición, se presentaron 55 tesis, lo que refleja el alto interés por la investigación en salud entre los estudiantes de la Universidad de Salamanca. La mecenas del premio, Rosario García Gómez, destacó la excepcional significancia de prevenir enfermedades en lugar de solo curarlas. Casado y su equipo están trabajando arduamente para descubrir cómo estos factores no solo influyen, sino que también podrían eliminar el riesgo de desarrollar leucemia.

En su laboratorio, Casado está llevando a cabo experimentos en modelos animales para simular la predisposición genética de algunos niños. Analiza cómo diferentes estímulos ambientales, como la exposición a patógenos comunes, afectan el desarrollo de leucemia, ya que se ha observado que los niños que más veces concurren a emergencias debido a infecciones tienen una mayor incidencia de leucemia.

La investigadora enfatiza la necesidad de entender por qué algunos niños con predisposición genética no desarrollan la enfermedad y cómo podría evitarse esa transformación de un estado preleucémico a uno leucémico. Este conocimiento podría ser clave para establecer estrategias de prevención efectivas.

Además, Ana enfatiza la importancia de la prevención en la salud pública, recordando que los tratamientos actuales para el cáncer son altamente toxicidades y, a menudo, no definitivos. La prevención adecuada podría no solo salvar vidas, sino también reducir la carga emocional y financiera que enfrentan las familias afectadas.

A pesar de su destacado trabajo, Casado denuncia la difícil situación que enfrentan los investigadores en España en términos de financiamiento. Asegura que encontrar apoyo para estabilizar su carrera es cada vez más complicado, lo que pone en riesgo el desarrollo de investigaciones cruciales para la salud infantil. La premiación, aunque significativa, representa solo un pequeño paso en un camino aún lleno de desafíos.

Esta investigación no solo tiene impacto local, sino que genera preguntas sobre la implementación de pruebas genéticas al nacer para identificar predisposiciones a enfermedades como la leucemia. Ana Casado señala que, aunque en España no se hace de manera rutinaria, en naciones de Europa del Norte es una práctica común.

La labor de Ana Casado no solo es un rayo de esperanza para los padres y niños en riesgo, sino que también refleja la crucial necesidad de apoyos e iniciativas que promuevan la investigación en salud y oncología infantil. La historia de Ana Casado es un poderoso recordatorio de que cada avance en la ciencia puede ser un paso hacia un futuro más saludable para las próximas generaciones.