
Bolsonaro lidera una gran marcha pidiendo amnistía para condenados por intento de golpe de Estado
2025-04-06
Autor: Antonio
Jair Messias Bolsonaro convocó este domingo a una inmensa multitud de simpatizantes en São Paulo, días después de que el Tribunal Supremo anunciara que será juzgado por su implicación en el intento de golpe de Estado del pasado 8 de enero. Durante su discurso, el expresidente adoptó un tono de víctima, comparándose con figuras de la extrema derecha mundial como Marine Le Pen y Donald Trump. "Me quieren cazar como cazaron a Le Pen, como intentaron con Trump y como hicieron en Rumanía", afirmó frente a sus seguidores en la emblemática avenida Paulista.
La concentración fue un clamor por la amnistía de quienes asaltaron las sedes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El Partido Liberal de Bolsonaro está impulsando una propuesta de ley para la amnistía, aunque el presidente de la Cámara de Diputados se ha mostrado reacio a incluirla en la agenda legislativa, intensificando el debate sobre este tema controversial.
“No se preocupen por mí, aunque pueda ocurrir alguna cobardía”, expresó Bolsonaro a la multitud, prometiendo que no planea huir y ampliando sus teorías de conspiración. Los gritos de “¡Amnistía ya!” resonaban junto a cánticos en contra del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva y del juez Alexandre de Moraes, quien lleva a cabo los juicios relacionados con el golpismo. Investigadores de la Universidad de São Paulo estiman que alrededor de 45,000 personas participaron en la manifestación.
A pesar de estar inhabilitado hasta 2030 por cuestionar los resultados electorales, Bolsonaro mantiene una sólida influencia política, lo que quedó evidenciado en la protesta. Siete gobernadores, incluido el gobernador de São Paulo, Tarcisio de Freitas, se unieron a él, destacando la urgencia de la amnistía para lograr la paz en el país.
Entre los manifestantes se encontraba un estudiante de derecho de 22 años, Luiz, quien confía en que la presión popular obligará al Congreso a debatir la amnistía, argumentando que los legisladores necesitan los votos del pueblo. Muchos presentes se quejan de las penas que consideran desproporcionadas. Un caso emblemático es el de Débora dos Santos, una peluquera condenada a 14 años de prisión por pintar una frase en una escultura durante las protestas. Su situación ha sido utilizada por los partidarios de Bolsonaro como símbolo de una injusticia mayor.
Cerca de 500 bolsonaristas involucrados en el asalto a las sedes del poder público han enfrentado condenas, muchas de las cuales sobrepasan los 10 años de prisión por crímenes como la abolición violenta del Estado democrático de derecho. En su campaña por un perdón colectivo, Bolsonaro ha transformado a Débora en una mártir, una mujer de 39 años, madre de dos pequeños, que se enfrenta a altos cargos similares a los que enfrenta él mismo.
La reciente marcha, que comenzó con el himno nacional y una oración, es el primer gran acto público de Bolsonaro desde su citación por parte del Tribunal Supremo. Varios generales también se enfrentarán a la justicia como supuestos líderes de la conspiración para mantener a Bolsonaro en el poder y evitar que Lula asumiera el cargo.
Bolsonaro se mantiene firme en su defensa de inocencia, y en días recientes recibió un par de buenas noticias judiciales al archivarse dos de los casos menos graves en su contra, uno relacionado con la falsificación de su cartilla de vacunación y otro con el acoso a una ballena. Mientras se prepara para su próximo juicio, su estrategia es intensificar los actos electorales, comenzando su gira este lunes en el noreste, bastión histórico de Lula y el Partido de los Trabajadores (PT). Las encuestas sugieren que mientras Lula sigue siendo un competidor fuerte, su popularidad se ha visto afectada y un número considerable de votantes cree que no debería postularse nuevamente. Del mismo modo, una mayoría de encuestados considera que Bolsonaro debe dejar de actuar como un candidato y designar a un sucesor, ya que el futuro electoral de Brasil se ve incierto.