¿Alguna vez te has preguntado por qué es tan común ver a las personas ir al baño en grupos? Un nuevo estudio revela que esta curiosa costumbre, conocida como "micción contagiosa", podría tener raíces evolutivas en nuestros primos más cercanos: los chimpancés.

Investigadores de la Universidad de Kioto en Japón han descubierto que, al igual que los humanos, los chimpancés también prefieren orinar en compañía de otros miembros de su grupo. Este comportamiento, descrito en un reciente artículo publicado en la revista Current Biology, sugiere que existe un fuerte vínculo social relacionado con actos tan básicos como la micción.

Los científicos observaron a 20 chimpancés en el Santuario de Kumamoto durante más de 600 horas, registrando un asombroso total de 1,328 "eventos de micción". Sorprendentemente, cuando un chimpancé orinaba, era mucho más probable que otros siguieran su ejemplo en un lapso de 60 segundos. De hecho, este fenómeno se intensificó cuando los chimpancés se encontraban más cerca físicamente, subrayando la importancia de la proximidad en el comportamiento social.

El investigador Yamamoto Shinya, uno de los autores del estudio, señala: "La decisión de orinar en humanos es influenciada por el contexto social, y creemos que esta micción simultánea podría fortalecer aún más los lazos entre nosotros. Nuestra investigación muestra que los chimpancés pueden compartir esta característica, lo que sugiere un origen evolutivo más profundo de la micción contagiosa."

Además de reforzar la cohesión del grupo, este comportamiento podría tener beneficios prácticos. Por ejemplo, cuando varios chimpancés orinan en el mismo lugar, podrían estar disuadiendo a potenciales depredadores al enmascarar su olor individual con una mezcla de orina, lo que reduce el riesgo de ser rastreados.

Otros fenómenos similares también se han documentado en el reino animal y entre los humanos. Se ha observado que comportamientos como bostezar, caminar o incluso el ritmo de la música pueden contagiarse entre individuos en un grupo. La investigadora Onishi Ena, coautora del estudio, enfatiza: "Los actos, aunque fisiológicos como la micción, también pueden estar sujetos a la influencia social dentro de un grupo."

Así que la próxima vez que sientas la necesidad de ir al baño en compañía, recuerda que no solo compartes una costumbre humana, sino que también estás conectando con un comportamiento profundamente arraigado en nuestra evolución. ¡Es hora de reflexionar sobre el sorprendente vínculo entre humanidad y primates! ¿Acaso la naturaleza nos unió de maneras que aún estamos descubriendo?