En las últimas décadas, la altura y el peso de los hombres en todo el mundo han aumentado a un ritmo sorprendente, superando el crecimiento de las mujeres. Según los últimos estudios, mientras las mujeres han experimentado un aumento promedio en altura y peso, este fenómeno se ha duplicado en los hombres.

Investigadores como David Giofré, David C. Geary y Lewis G. Halsey han analizado estos cambios desde una perspectiva evolutiva. Sostienen que la altura y el tamaño corporal en los hombres son el resultado de una historia de competencia física por estatus y el control de recursos, elementos que han influido en las preferencias de las mujeres, quienes tienden a encontrar más atractivos a los hombres altos, musculosos, pero no obesos.

A medida que la sociedad avanza, se ha demostrado que el desarrollo físico de los hombres está relacionado con su salud y condiciones de vida en el transcurso de su crecimiento. Según la investigación, los hombres son más susceptibles a alteraciones en su desarrollo que las mujeres, quienes, por tener órganos metabólicamente menos exigentes, son más resistentes a las fluctuaciones en nutrientes y calorías. Este hallazgo resalta la importancia de la nutrición y la salud en la evolución de las características físicas.

Los investigadores han elaborado una hipótesis que sugiere que la mayor vulnerabilidad de los hombres a enfermedades y deficiencias nutricionales podría haber llevado a la selección natural de aquellos con mejores características físicas, que a su vez serían más atractivos para las mujeres y, por lo tanto, tendrían más éxito en la reproducción. El estudio, publicado en la revista Biology Letters, titulado 'El cuerpo masculino sexy y formidable', destaca que la altura y el peso se han convertido en rasgos preferidos en la selección sexual.

Un análisis exhaustivo de datos recopilados de 69 países por la Organización Mundial de la Salud y registros del Reino Unido muestra que, a medida que las condiciones de vida han mejorado, tanto la altura como el peso han aumentado, pero el incremento ha sido más notable en los hombres. Por cada 0,2 puntos de incremento en el Índice de Desarrollo Humano (IDH), las mujeres aumentaron en promedio 1,7 centímetros de altura y 2,7 kg de peso. En contraste, los hombres crecieron 4 centímetros más y 6,5 kg en peso.

Además, un análisis más detallado de datos del Reino Unido reveló que en la primera mitad del siglo XX, el aumento de altura en los hombres fue casi tres veces mayor que el de las mujeres. Mientras que una de cada cuatro mujeres nacidas en 1905 era más alta que el promedio masculino de ese año, para 1958, esta proporción se redujo a una de cada ocho.

Los investigadores también sugieren que las preferencias sexuales de las mujeres han contribuido a esta tendencia de búsqueda de hombres más altos y fuertes, ya que la estatura está correlacionada con la salud y la vitalidad. La capacidad de los hombres para proteger y cuidar a sus parejas e hijos se convierte en un aspecto esencial en la elección de pareja, lo que a su vez perpetúa esta evolución en las características físicas masculinas.

La pregunta que surge ahora es: ¿seguirá esta tendencia? ¿Qué implicaciones tendrá esto en nuestro futuro? La evolución, parece, sigue impactando nuestras vidas de maneras que apenas comenzamos a comprender.