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Patricia Allende, la fotógrafa cuya vida fue un tributo a la naturaleza, fallece a los 70 años

2025-01-04

Autor: Laura

Este fin de semana, el mundo del arte ha perdido a una de sus más brillantes voces. La fotógrafa Patricia Allende Gil de Biedma, hermana de la icónica artista Ouka Leele, ha fallecido repentinamente a los 70 años en Madrid. Su muerte ha dejado un vacío en el ámbito cultural, donde su obra expresaba una profunda conexión con la naturaleza a través de la fotografía.

"La naturaleza me ha enseñado a ver, a sentir. Por medio de la cámara he podido transmitir y plasmar mis sentimientos, pasiones y obsesiones", solía comentar Allende, quien se dedicaba a capturar la esencia del mundo natural. Desde el agua hasta los paisajes, sus imágenes eran un reflejo de su sensibilidad artística.

Nacida el 29 de septiembre de 1954 en Madrid, Patricia siempre estuvo unida a su hermana Bárbara. Fue ella quien la incentivó a adentrarse en el mundo de la fotografía durante los años 80. Con el tiempo, su estilo evolucionó de paisajista a un enfoque más abstracto e informalista, explorando el juego de luces y sombras. Su serie más destacada, "Tajo-Tejo", fue exhibida en la Expo 98 de Lisboa, y representa un hermoso recorrido por el río más largo de la península ibérica.

Patricia, con una ética de trabajo arraigada en la tradición, prefería las técnicas analógicas y se mostraba reacia a la manipulación digital. "No manipulo nada", aseguraba, lo que le otorgaba autenticidad a su obra. Aunque fue una artista reconocida, su pasión por el arte y la filosofía siempre le dio un horizonte más amplio, inspirándose en la contemplación de la naturaleza y las enseñanzas de filósofos que a menudo citaba como guías para sus proyectos.

A lo largo de su carrera, Patricia Allende desarrolló una impresionante colección de trabajos que incluyen series como "Haikus" (1991), "Espacio lunar" (2003) y "Naturaleza" (2016), donde cada imagen desnuda su amor por las flores, plantas e increíbles paisajes que la rodeaban. La fotógrafa lograba transmitir una quietud y un discurso misterioso en cada una de sus obras, algo que ha sido reconocido por colegas y críticos, incluida la fotógrafa e historiadora del arte Concha Casajús.

Allende no solo dejó un legado artístico; su impacto en la comunidad se percibe a través de sus exposiciones en diversas instituciones, como el Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco-Artium y el Centro de Arte Dos de Mayo en Móstoles. Su primera exposición individual, "Mar del sur" (1998), marcó el principio de una carrera excepcional que culminó en la reciente retrospectiva en el Museo de Arte Contemporáneo de Villanueva de los Infantes.

En estos momentos de duelo, la comunidad artística se recuerda a sí misma la importancia de celebrar la vida y el trabajo de Patricia Allende, cuya visión única de la fotografía seguirá inspirando a futuras generaciones de artistas. Su obra perdurará como un bello homenaje a su pasión por la vida y la naturaleza.