Pasión y Juventud en la Química: El Ascenso de Aida Diéz
2025-01-05
Autor: Ana
Desde pequeña, Aida Diéz, una joven viguesa nacida en 1991, mostró interés por la pediatría, pero un giro inesperado la llevó a convertirse en la científica más joven en recibir la prestigiosa beca Ramón y Cajal en 2024. Graduada en la primera promoción del Grado en Química de la Universidad de Vigo, su camino hacia la investigación ha sido una saga de pasión y dedicación.
*"De niña decía que quería ser pediatra, aunque ni siquiera podía pronunciar la palabra. Luego me di cuenta de que no me gustaban los niños ni los médicos",* comenta entre risas Diéz. La revelación de su verdadera vocación llegó en tercer año de ESO, donde su fascinación por la formulación química la llevó a decidir que su futuro estaría en los laboratorios.
Aida no se dejó llevar por las opiniones pesimistas sobre las escasas salidas laborales en química y respondió con determinación: *"Tendré que ser la mejor"*. Su enfoque y esfuerzo la llevaron a inscribirse en un máster en Ingeniería Química, donde conoció a Marta Pazos y Ángela San Román, quienes la invitaron a unirse a un proyecto de investigación que cambiaría su vida.
Este primer paso ha desencadenado más de diez años de logros en el ámbito de la investigación. Con un doctorado en su haber y una estancia en el International Iberian Nanotechnology Laboratory (INL) en Braga, Portugal, Aida desarrolló novedosos métodos de generación de hidrógeno, un componente esencial en el futuro de las energías renovables.
Su trabajo se centra en dos áreas clave: el tratamiento de aguas residuales mediante procesos de oxidación avanzada y la producción sostenible de hidrógeno. *"Diseñamos catalizadores y absorbentes que eliminan contaminantes indeseables, como pesticidas y microplásticos. Estamos enfocados en que estos procesos sean más eficientes y económicos para su implementación en la industria",* explica Diéz. Esta labor va más allá de un simple proyecto en el laboratorio, pues Aida colabora directamente con la estación de tratamiento de aguas residuales de Tui, donde pone a prueba sus investigaciones en entornos reales.
Aida es consciente de que la competitividad en su campo es feroz. *"Hay pocas becas y muchas personas cualificadas. He trabajado durante años con contratos breves, lo que hace difícil planificar tu vida personal"*, confiesa. Sin embargo, su perseverancia le otorgó el reconocimiento de la beca Ramón y Cajal, que no solo valida su trayectoria, sino que también le ofrece un contrato indefinido. *"Cuando vi la palabra 'indefinido' en el contrato, lloré. Después de tantos años de incertidumbre, sentí que era un sueño hecho realidad"*. Su posición como novena a nivel nacional en el ámbito de Ciencias y Tecnologías Medioambientales es un claro testimonio de su arduo trabajo.
*"Si algo te apasiona, merece la pena luchar por ello, pero es complicado balancear la vida profesional y personal",* reflexiona.
El programa Ramón y Cajal se dedica a incorporar investigadores españoles y extranjeros en institutos de investigación de España, buscando dotarles de competencias y estabilidad laboral. Aida, tras recibir esta beca, espera que su trabajo en el Centro de Investigación en Tecnologías, Energía y Procesos Industriales de la Universidad de Vigo (CINTECX) pueda contribuir significativamente a resolver los desafíos medioambientales y energéticos del futuro. Su ambición es clara: generar un impacto positivo a través de su dedicación científica.
El camino de Aida Diéz es una inspiración para todas las jóvenes científicas. Se demuestra que con pasión, determinación y un poquito de audacia, el éxito no es solo un sueño, es una posibilidad tangible.