Después de semanas llenas de incertidumbre respecto a quién ocuparía el banquillo del Deportivo, Óscar Gilsanz, originario de Betanzos y nacido en 1973, ha sido confirmado como el entrenador principal del equipo hasta el final de la temporada actual. Esta decisión se produce tras la salida de Imanol Idiakez, lo que dejó al equipo en una situación crítica.

Gilsanz, que anteriormente se desempeñaba como técnico interino, ha tenido una notable carrera en el club. Antes de asumir el mando del primer equipo, dirigió al Fabril y ha pasado por los banquillos de clubes como el Betanzos y el Racing Vilalbés. En 2021, al comandar al Juvenil A, logró un prestigioso triunfo al hacerse con la Copa de Campeones, destacando el talento de futbolistas como Mella y Yeremay.

Además, Gilsanz también cuenta con un ascenso a la Segunda Federación con el Fabril, que actualmente sigue siendo parte de la estructura del club blanquiazul. Para fortalecer su cuerpo técnico, se unirá a él David Lagar, quien fue el encargado interino del segundo equipo en el último partido ante el Guijuelo, y Antonio Méndez, que se incorpora como asistente, tras haber sido nombrado recientemente adjunto a la Dirección de Fútbol del club.

En una reunión de urgencia con la dirección deportiva, Manuel Pablo, exfutbolista del club, fue convocado con una propuesta para abandonar su rol en el Juvenil A y tomar las riendas del Fabril. Finalmente, se confirmó que Manuel Pablo será el entrenador del segundo equipo, acompañado por Juan Villamisar, quien ejercerá como su asistente.

La presentación oficial de Óscar Gilsanz está programada para este miércoles 6 de noviembre a las 13:00 horas en la Ciudad Deportiva de Abegondo, donde se esperan grandes expectativas.

Gilsanz tuvo su primer partido a cargo del primer equipo el pasado sábado contra el Cartagena, donde el Deportivo mostró una impresionante actuación, goleando 1-5 a los blanquinegros con goles de Yeremay, Ximo, Barbero y Cristian Herrera.

La decisión de mantener a Gilsanz en el cargo se basa en su desempeño durante la semana, su planificación táctica y el sólido rendimiento del equipo en su primer juego. Según informes, el club ha valorado su profesionalidad, su rigor en la toma de decisiones y la positiva atmósfera de trabajo que ha conseguido crear en un contexto emocionalmente complicado, característico de la fanaticada del Deportivo.

Este movimiento por parte del club blanquiazul refleja un compromiso por estabilizar la situación y buscar un rendimiento competitivo que entusiasme a los seguidores. Gilsanz tiene la misión de llevar al equipo hacia el triunfo en el resto de la temporada.