Los chatbots no han podido cumplir con las expectativas que se tenían al inicio de la revolución de la IA generativa. Aunque son útiles en áreas específicas como la programación, la promesa de transformar industrias todavía está lejos de materializarse. Las grandes empresas están invirtiendo sumas astronómicas en estas tecnologías, sin embargo, los resultados no han sido los esperados. Entonces, ¿cuál es la solución? La respuesta radica en un nuevo tipo de inteligencia artificial: los agentes.

Imagina que deseas hacer una escapada de fin de semana. En 2024, comenzarías tu búsqueda en línea, revisando el clima y los lugares de interés. Sin embargo, en 2025, simplemente le dirías a tu computadora tus planes y los destinos que tienes en mente. Este asistente digital se encargaría de todo, desde analizar la previsión del tiempo hasta cotejar eventos interesantes, solo necesitarías confirmar tu elección y realizar el pago.

La esencia de los agentes de IA es facilitar nuestra vida diaria, eliminando tareas tediosas. Recientemente, Anthropic lanzó una función innovadora llamada "Computer Use", que permite a los usuarios delegar acciones en sus navegadores. Microsoft está desarrollando una herramienta similar, mientras Google se prepara para presentar a Jarvis, su mayordomo virtual.

Por su parte, OpenAI está trabajando en un nuevo agente llamado "Operator", que permitirá a los usuarios pedir que su computadora realice tareas como reservar un viaje. Se espera que este sistema sea presentado en enero en una versión preliminar. Sin embargo, tanto el desarrollo de OpenAI como el de sus competidores todavía están en una fase temprana; algunos usuarios han logrado eludir restricciones, utilizando estas tecnologías de maneras no previstas.

La entrada de OpenAI en este espacio confirma que los agentes de IA son la próxima gran tendencia en la inteligencia artificial. A medida que los chatbots como ChatGPT parecen ir perdiendo impulso, los agentes ofrecen una oportunidad emocionante para integrar de manera más efectiva la IA en nuestra vida cotidiana.

Viene un periodo de desaceleración en la IA, donde las grandes innovaciones han tomado más tiempo del anticipado y los costes de desarrollo son exorbitantes, lo que genera una presión financiera sin precedentes en las grandes empresas. La inversión masiva en centros de datos y en start-ups ha sido monumental, pero los retornos no están siendo los esperados. Por ello, la búsqueda de nuevos caminos es crucial para la industria, y los agentes de IA son vistos como los caballos ganadores de esta carrera.

No obstante, es fundamental proceder con prudencia. A medida que se despliegan estos nuevos agentes, debemos estar atentos a los errores que puedan surgir. Un malentendido en la asignación de una tarea podría llevar a situaciones incómodas, como reservas de viajes incorrectas. Así que, mientras celebramos el auge de estos agentes, recordemos la importancia de una implementación responsable y segura.