La consellera Esther Niubó reveló en una reciente entrevista en 'Catalunya Ràdio' que se están considerando cambios significativos en el bachillerato catalán. Estos cambios, que han desatado una fuerte controversia, inicialmente incluían la fusión de Física con Química y Biología con Geología, reduciendo su carga horaria de seis horas a solo tres. Sin embargo, el nuevo cambio propuesto, que ha sido mejor recibido entre profesorado y alumnos, es aumentar las horas de las materias de modalidad de tres a cuatro semanales, preservando a la vez la fusión de estas disciplinas. Esto no solo beneficiaría el bachillerato de ciencias, sino que fortalecería todas las modalidades educativas.

Para quienes no estén familiarizados, las materias de modalidad incluyen asignaturas que son obligatorias (como Matemáticas en el bachillerato científico) y otras que los estudiantes eligen de una lista. En este contexto, el Departament d'Educació i FP propone la creación de dos optativas anuales, en lugar de trimestrales, para compensar la reducción de horas debido a la fusión de materias. Esto es crucial, ya que es un requerimiento del Ministerio de Educación que se debe cumplir.

Un detalle relevante en este nuevo escenario es que la diferencia entre las opciones propuestas resulta en un recorte de una media hora semanal de las materias afectadas. Por ejemplo, al pasar de tres horas de Física a dos, se complementará con una optativa anual que recomendarán intensamente, posiblemente en temas como 'Contextos de Física y Química'.

La controversia estalló el 13 de diciembre pasado, cuando la Direcció General de Innovació i Currículum presentó un proyecto de decreto que planteaba modificaciones en la ordenación del bachillerato. Este cambio incluía la eliminación de las literaturas catalana y castellana en segundo de bachillerato y la fusión de las materias científicas, lo que provocó un gran descontento en las comunidades educativas y políticas.

La consellera Niubó, tras el revuelo, declaró que "la literatura catalana era una línea roja" y prometió que esa materia permanecería. Sin embargo, el rechazo a los cambios en ciencias llevó a la creación de la plataforma 'Ciències en Perill', que logró reunir más de 6,400 firmas de apoyo de docentes y asociaciones científicas. La presión social y profesional forzó la reunión del pasado jueves, donde la consellera se comprometió a buscar soluciones que no comprometan la calidad educativa en el ámbito científico.

Los estudiantes y educadores continúan esperando respuestas concretas sobre cómo se implementarán estos cambios y confían en que se priorizará el rigor académico por encima de las decisiones impuestas desde instancias gubernamentales. La lucha por un sistema educativo donde las ciencias se conserven y valoren sigue más viva que nunca.