
¡Noruega hace historia! El país que enterrará el gas ‘enemigo’ del planeta a 2.600 metros en el Mar del Norte
2025-08-28
Autor: Manuel
Un hito en la lucha contra el cambio climático
En un impresionante fiordo de Noruega, se ha marcado un antes y un después en la historia medioambiental: por primera vez, el dióxido de carbono (CO₂) de una planta de cemento ha sido inyectado a más de 2.600 metros bajo el fondo marino en un reservorio geológico conocido como Aurora. Este evento marca el lanzamiento oficial de Northern Lights, el ambicioso plan nacional Longship que posiciona a Noruega como líder en captura y almacenamiento de carbono (CAC).
¿De dónde proviene el CO₂?
El gas inyectado proviene de la planta de Heidelberg Materials en Brevik, al sur del país. Tras ser capturado, el CO₂ viajó en un buque especializado hacia la estación de Øygarden y, mediante un oleoducto submarino de 100 kilómetros, fue conducido al embalse Aurora. Allí, se confina bajo capas de roca, con la expectativa de permanecer almacenado durante milenios, es decir, ¡un verdadero santuario para el CO₂!
Gigantes del sector energético unidos
Northern Lights es una colaboración de tres titanes de la energía: Equinor, Shell y TotalEnergies. Juntos, gestionan un sistema integral de captura, transporte marítimo y almacenamiento subterráneo de carbono. Equinor lidera la construcción de la infraestructura en tierra y mar, además de ser la responsable de las operaciones a largo plazo del proyecto.
Expansión a gran escala: el futuro del almacenamiento de carbono
La primera fase del proyecto tiene la capacidad de almacenar hasta 1,5 millones de toneladas de CO₂ al año, una cifra ya comprometida en su totalidad por varios clientes industriales. Pero eso no es todo; a partir de 2026, no solo se almacenará CO₂ de Noruega, sino también de Dinamarca y Países Bajos, convirtiendo a Aurora en el primer sitio europeo de almacenamiento transfronterizo de carbono. Además, Northern Lights está preparando una fase 2, con planes de triplicar su capacidad a un mínimo de 5 millones de toneladas anuales, respaldada por 153 millones de euros en fondos europeos.
Un nuevo paradigma en la captura de carbono
A pesar de que la tecnología de captura y almacenamiento de CO₂ existe desde los años noventa, actualmente solo alrededor de 40 proyectos en el mundo están en funcionamiento, la mayoría de ellos en fase experimental. El caso noruego se presenta como un servicio industrial completo, con una logística a gran escala y contratos establecidos, no como un simple piloto.
Un futuro prometedor para Noruega y Europa
La Agencia Internacional de la Energía estima que el mercado global de la captura y almacenamiento de carbono podría alcanzar los 200.000 millones de euros para 2035. Noruega no solo busca reducir sus propias emisiones, sino convertirse en el sumidero geológico de carbono de Europa, colaborando con industrias de altas emisiones de todo el continente, como el acero y la química.
Un modelo de negocio revolucionario
Con Northern Lights, el CO₂ se convierte en un producto logístico: se captura, se transporta, se factura y se entierra. Si esta iniciativa prospera, podría abrir la puerta a un nuevo modelo de negocio, convirtiéndose en una herramienta fundamental para que Europa cumpla sus compromisos climáticos.