¿Te imaginas salir de compras sin tu teléfono móvil en la mano? En la actualidad, esa posibilidad se vuelve casi un sueño lejano. El smartphone se ha convertido en una herramienta indispensable para millones de consumidores, no solo como medio de pago, sino como el principal canal de comunicación entre compradores y marcas. Un informe reciente de ShopFully revela que el 70% de los españoles considera fundamental recibir información sobre ofertas y promociones a través de su teléfono móvil. Esto muestra cómo las notificaciones push, a menudo evitadas, son ahora una parte atractiva de la experiencia de compra.

Además, el 66% de los consumidores reconoce utilizar aplicaciones para comparar precios, lo que evidencia la tendencia hacia una experiencia de compra que combina lo físico con lo digital. Damián Blanco, responsable de ShopFully, señala la necesidad de que los minoristas ofrezcan experiencias omnicanales para captar la atención del cliente de forma efectiva. Este enfoque no solo mejora el proceso de compra, sino que también aumenta la lealtad hacia la marca.

Para la población más joven, especialmente los menores de 40 años, la velocidad y la eficiencia son clave. Prefieren alternativas como cajas móviles y códigos QR para consultar la disponibilidad de productos. Sin embargo, estas innovaciones se encuentran en su mayoría en grandes cadenas, donde los consumidores más mayores aún valoran una atención personalizada y de calidad. Esta transición hacia un retail más digitalizado es inminente, y el móvil se sitúa como el centro de esta transformación.

Los avances tecnológicos no solo redefinen la experiencia de compra, sino que también mejoran las operaciones de los retailers. Experiencias como los probadores virtuales de Pull&Bear, que permiten a los usuarios probarse diferentes modelos de calzado mediante realidad aumentada, son cada vez más populares. De hecho, un 49% de los españoles ha expresado interés por usar este tipo de tecnología en la compra de ropa y accesorios, lo que puede aumentar significativamente las tasas de conversión en las tiendas.

El futuro del retail también atraviesa un cambio hacia un enfoque más personalizado, donde los datos recopilados en tiempo real pueden ajustar precios y promociones. Esto implica una atención más cercana y relevante para el consumidor, permitiendo un nivel de comunicación que no se había visto antes. De hecho, un 61% de los consumidores opta por un enfoque que combina compras en línea y físicas, lo que señala un enorme potencial para los retailers que integren ambas experiencias.

La inteligencia artificial está en el centro de este cambio, priorizándose su uso para ofrecer recomendaciones personalizadas de productos. Esto se observa no solo en la moda, sino también en sectores como la alimentación, donde las compras online han crecido exponencialmente. Durante la pandemia, el comercio digital de alimentos se disparó, y se espera que para 2025, un 9.2% de todas las compras de alimentos se realicen digitalmente.

Además, la tendencia de recogida en tienda de productos comprados online está ganando popularidad, demostrando que esta sinergia beneficia tanto a los consumidores como a los comercios. En la reciente reunión Auténtica 2024, se destacó el impacto de la tecnología en la conexión directa entre productores y consumidores. Por ejemplo, se citó el caso de agricultores en China que están vendiendo directamente a los consumidores, evitando intermediarios.

Finalmente, el fenómeno de las redes sociales como canal de ventas ha tomado un impulso significativo, convirtiendo plataformas como TikTok en auténticas tiendas digitales. Con millones de pequeñas empresas aprovechando estas plataformas para promocionar y vender productos, se reafirma la importancia de integrar ambos mundos: el digital y el físico. Lo que queda claro es que la tecnología no solo está cambiando la forma en la que compramos, sino también la manera en que interactuamos con el comercio en su totalidad.