Cuando mi ratón Apple de primera generación (el que funcionaba con pilas) dejó de funcionar, consideré seriamente comprar otra marca, incluso explorar la opción de un ratón vertical, ya que había leído mucho sobre sus beneficios ergonómicos. Sin embargo, tengo que admitir que una vez más caí en la tentación de la manzana y adquirí el Apple Magic Mouse 2. Mis amigos informáticos me dijeron que estaba loco por no optar por opciones más económicas y mejor valoradas, pero hice caso omiso a sus críticas.

Este ratón es divisivo: o lo amas o lo odias. Personalmente, me encuentro en el primer grupo. Al principio, lo que más me atrajo no fueron sus especificaciones técnicas ni su rendimiento, sino su diseño igualmente atractivo, que harmoniza perfectamente con mi espacio de trabajo en casa.

Diseño minimalista y batería recargable

Uso un Mac mini M2 conectado a un monitor LG porque quería evitar el alto coste de las pantallas de Apple, pero al mismo tiempo, quería mantener una estética coherente con mis otros dispositivos. Por eso, elijo el Apple Magic Mouse 2 como la opción correcta.

El diseño de este ratón es minimalista y ligero, con una forma sutilmente curvada en la parte superior. Si bien muchos argumentan que no es ergonómico, en mi experiencia trabajando en redacción, no he tenido quejas. Tal vez sería diferente si dedicara horas a la edición de video o a jugar videojuegos; aunque, seamos realistas, hay muy pocos juegos compatibles con Mac.

Una de las características más destacadas del Apple Magic Mouse 2 son los gestos del Trackpad. Esto resulta ser extremadamente útil en tareas de ofimática y fue una de las razones principales por las que decidí escogerlo. Estos gestos, que permiten navegar entre páginas o desplazarse rápidamente, son algo que ratones de otras marcas no ofrecen, y sinceramente, no estaba dispuesto a renunciar a esa funcionalidad.

El modelo anterior funcionaba con pilas y no tuve problemas, pero el nuevo modelo cuenta con una batería recargable a través del puerto Lightning. Aquí aparece el principal inconveniente: el puerto se encuentra en la parte inferior, lo que imposibilita usarlo mientras se está cargando. Es verdad que Apple ha mejorado este aspecto con la incorporación de un puerto USB-C en las versiones más recientes, un cambio acertado, aunque sigue siendo un punto débil.

A pesar de esto, la duración de la batería es impresionante, ya que apenas necesito cargarlo más de una vez al mes. Incluso si olvido hacerlo, unos pocos minutos de carga durante un pequeño descanso son suficientes para seguir trabajando.

En conclusión, el Apple Magic Mouse 2 es un ratón ideal para quienes trabajamos en un entorno de Mac. Aunque al principio puede parecer incómodo, sobre todo si vienes de ratones tradicionales de Windows, con el tiempo te acostumbras. Puede que incluso, como me sucedió a mí, termines enamorándote de su simplicidad y funcionalidad únicas. Mientras tanto, el debate sobre su usabilidad y estética continúa, pero para mí, este ratón es parte esencial de mi experiencia con Mac.