¡Qué calurosos días hemos vivido este verano en Bilbao! Nico Williams, una joven promesa que hasta ahora solo era conocido por los fieles seguidores del Athletic, se convirtió en el centro de atención tras su destacada actuación en la Eurocopa contra Italia.

Fue allí donde el mundo comenzó a fijarse en él, causando además que el FC Barcelona lo mirara con lupa en su búsqueda por rivalizar con el efecto Mbappé en Madrid. La situación se intensificó cuando Tebas, el presidente de La Liga, insinuó que el Barcelona estaba muy cerca de cumplir con los requisitos para fichar a Nico.

Pero la historia dio un giro inesperado cuando el talentoso jugador decidió rechazar la oferta del presidente Laporta, quien finalmente optó por Olmo.

Recientemente, ha salido a la luz que el Barcelona atraviesa una crisis financiera seria, lo que hace que Nico se sienta aliviado. ¡Realmente se ha librado de una gran presión! De haberse unido al club catalán, podría haber terminado viendo la Supercopa desde las gradas. Un auténtico sainete para el Barcelona.

Por otro lado, el Athletic Club vive una realidad completamente opuesta. Con finanzas sólidas y una clasificación en ascenso, el equipo no solo sueña con ganar un triplete que incluya la Supercopa, la Copa del Rey y la Europa League, sino que también mira de reojo el regreso a la Champions League.

En un guiño al optimismo, el Athletic podría causar estragos a titanes como Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid en la búsqueda del título de La Liga.

Además, el Athletic ha encontrado la manera de desafiar a ese Barcelona que les cerró las puertas en las finales de Copa durante la era Messi. De hecho, los dos últimos títulos del equipo rojiblanco en esta competición, en 2016 y 2021, fueron rescatados en enfrentamientos directos contra el Barcelona.

El último de ellos se disputó en La Cartuja, debido a la pandemia, marcando un punto importante en la historia reciente del club.

La próxima Supercopa podría ser también una oportunidad invaluable de venganza para Ernesto Valverde, quien fue despedido hace cuatro años por Bartomeu tras una derrota en el mismo evento.

Cabe destacar que este torneo suele generar más decepción que celebración, ya que el que gana rara vez lo valora de verdad, mientras que el que lo pierde siente el peso de la derrota.