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¿Nacionalismo o multilateralismo? La decisión de los votantes moldeará la política exterior de EE.UU.

2024-11-04

Autor: Carmen

Este martes, las elecciones presidenciales en Estados Unidos determinarán si la política exterior de la potencia mundial tomará un rumbo hacia el aislacionismo, representado por el republicano Donald Trump, o continuará con el enfoque multilateralista que ha defendido Joe Biden y que Kamala Harris promete seguir. Con un empate prácticamente técnico entre ambos candidatos en las encuestas, la importancia de la política exterior podría ser un factor decisivo, especialmente considerándolo en el contexto de votantes que otorgan gran relevancia a la situación internacional, con un 62% de acuerdo según una encuesta de septiembre de Pew Research Center.

El ganador de la contienda, que debe obtener al menos 270 votos del Colegio Electoral, enfrentará desafíos inmediatos, como la guerra en Ucrania y el conflicto en Oriente Próximo. Además, a medio plazom la creciente rivalidad con China en el Indo-Pacífico también requerirá atención. A diferencia de elecciones anteriores, donde los temas de la economía y la seguridad interna dominaban, este año los asuntos internacionales se han convertido en una preocupación principal, particularmente entre los votantes de Trump, de los cuales el 70% considera que la política exterior es crucial.

Una cuestión candente es la guerra en Gaza. Michigan, un estado clave, podría ver un voto de protesta de la población árabe-estadounidense, descontenta con el respaldo de la Casa Blanca a Israel. Mientras que Harris apoya un alto el fuego inmediato sin embargo no está a favor de un embargo de armas a Israel, Trump mantiene que el conflicto debe concluir rápido, pero favorece una victoria israelí. Esto podría afectar significativamente el apoyo de los votantes hacia ambos candidatos.

Los analistas advierten que la posición de los candidatos sobre las guerras en Gaza y Ucrania podría ser determinante en estados bisagra que decidirán la elección. Gregory Aftandilian, experto en política del Medio Oriente, enfatiza que la percepción de los votantes sobre cómo abordarán los conflictos internacionales podría cambiar la balanza electoral. En este sentido, la capacidad de los candidatos para atender preocupaciones internacionales va más allá de sus discursos de campaña.

Más allá de estas guerras, también se está formando un nuevo mapa geopolítico global, con la cooperación creciente entre potencias autoritarias como China y Rusia. Según informes, Corea del Norte no sólo provee municiones a Rusia, sino que también podría estar considerando enviar soldados a Ucrania. Al mismo tiempo, países del Sur Global como Brasil, Turquía e India optan por no alinearse con Occidente en este conflicto, lo que podría complicar una futura administración estadounidense.

Victor Cha, del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, afirma que la forma en la que la próxima administración lidiará con esta colaboración entre potencias autocráticas será un verdadero examen de sus credenciales en política exterior. En caso de que Trump retorne a la Casa Blanca, podría transformar significativamente las alianzas tradicionales de EE.UU., priorizando un enfoque 'América Primero', que podría radicalmente redefinir organizaciones como la OTAN, que podría dejar de ser vista como una alianza de valores compartidos y transformarse en un acuerdo basado en transacciones.

La inmigración es otro tema que fusiona política exterior e interna, siendo el asunto más registrado en las encuestas después de la economía. Tanto demócratas como republicanos han adoptado posturas más estrictas sobre control fronterizo, pero se pregunta cómo ambos candidatos planificarán su cooperación con países vecinos para abordar los flujos migratorios. Trump, prometiendo la mayor campaña de deportaciones en la historia de EE.UU., y Harris, que busca recuperar el proyecto de ley sobre seguridad fronteriza, se enfrentan a un desafío monumental que requiere tanto voluntad política como colaboración internacional.

Las elecciones no solo definirán el futuro inmediato de EE.UU., sino también su relacionamiento a largo plazo en un mundo cada vez más interconectado y complejo.