En medio de las devastadoras consecuencias de la reciente Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que ha azotado la Comunidad Valenciana y otras regiones de España, el conocido meteorólogo Mario Picazo lanza una fuerte advertencia sobre la urgencia de adaptarse a un clima cada vez más extremo.

El Congreso de España ha destinado 30 millones de euros para ayudar a los afectados por esta catástrofe, que no solo ha provocado graves daños materiales, sino también la pérdida de vidas. Picazo, quien ha trabajado tanto en Estados Unidos como en España y actualmente se desempeña como profesor en la Universidad de California en Los Ángeles, brinda una perspectiva única sobre la situación.

Al referirse a la reciente DANA, Picazo expresa preocupación sobre la inusual duración de este fenómeno. "He registrado una DANA que ha durado siete días en esta región, cuando lo habitual es que dure entre uno y tres días. Este cambio en la dinámica atmosférica es un claro indicador de que estamos viviendo un cambio climático significativo, y debemos prepararnos para lo inesperado", señaló.

Mario revela cómo la orografía de Valencia, junto con el calor del Mediterráneo, intensificó el fenómeno: "El agua cayó en las cabeceras de los ríos, creando un tsunami de agua dulce que provocó inundaciones devastadoras. Este tipo de eventos se volverán más frecuentes. No es solo una cuestión de una DANA; es una señal del nuevo clima que enfrentamos".

En su análisis, Picazo también pone en tela de juicio el sistema de alertas. A pesar de que las autoridades emitieron un aviso rojo más de 12 horas antes, muchas personas no recibieron la alerta a tiempo. "La tecnología actual debería permitir que la información llegue a la población de manera más efectiva. Si se hubiera avisado a la gente adecuadamente, podríamos haber evitado muchas de estas tragedias", enfatiza.

En contraste, en Estados Unidos, la cultura de alerta es diferente. Según Picazo, en California y otros estados, la población recibe constantes avisos meteorológicos, y se han implementado protocolos efectivos tras desastres pasados como el huracán Katrina. "Una buena preparación puede salvar vidas", asevera.

Finalmente, Picazo urge a España a tomar medidas educativas para que la población conozca cómo reaccionar ante desastres naturales. "Es fundamental enseñar a la gente cómo actuar en situaciones de emergencia, como no utilizar el ascensor en caso de inundaciones", concluye. La educación y la infraestructura adecuada son clave para enfrentar el futuro, donde se prevé que los fenómenos meteorológicos extremos sean cada vez más frecuentes y severos.

Con la DANA como un recordatorio escalofriante del poder de la naturaleza, la necesidad de adaptación y preparación nunca ha sido tan clara. La pregunta ahora es: ¿estaremos realmente listos para enfrentar lo que viene? Queda esperar que, ante el nuevo panorama climático, tanto las autoridades como la población tomen cartas en el asunto.