En la actualidad, la población mundial alcanza la cifra asombrosa de 8.000 millones de personas, y se proyecta que en 2080 llegaremos a 10.300 millones. Sin embargo, este crecimiento no será uniforme a lo largo del planeta. De hecho, muchos expertos indican que el verdadero desafío del siglo XXI es demográfico. Países como España, el Reino Unido y, especialmente, Corea del Sur, enfrentan un alarmante dilema: ¿cómo satisfacer las necesidades de una población envejecida cuando la tasa de natalidad es insuficiente para garantizar su renovación?

Un gráfico elocuente de Visual Capitalist revela esta problemática de manera contundente. La tasa de fecundidad, que representa el promedio de hijos que una mujer tiene a lo largo de su vida, muestra que Asia está atravesando una crisis demográfica. Taiwan se encuentra en la parte más baja de la tabla, junto a Corea del Sur y Singapur, con Hong Kong y Macao marcando cifras similares a Ucrania, con solo 1.2 hijos por mujer. España también está en esta lista preocupante, con una tasa de 1.3 hijos.

Otros países europeos como Italia, Polonia, Japón y Grecia, así como algunas naciones latinoamericanas como Puerto Rico y Costa Rica, también tienen tasas inferiores a 2.1, considerada la cifra ideal para el reemplazo poblacional. Actualmente, la media mundial es de 2.3 hijos por mujer, significativamente por debajo de los 5 nacimientos promedio que se reportaban en 1950.

Lejos de mejorar, la situación es crítica. Europa, por ejemplo, se prepara para un descenso poblacional del 7% para 2050, mientras que otras regiones como Asia central y América del Norte continúan creciendo. Este problema se vuelve más complejo al considerar diferentes indicadores, como la tasa bruta de natalidad, que también refleja la salud demográfica de un país.

En España, la crisis es palpable. Con solo 900 nacimientos diarios, la cifra más baja registrada, la tasa de fecundidad de 1.3 se ve afectada por el envejecimiento de la población, donde se han registrado más nacimientos de mujeres de 41 años que de 25. En la última década, la tasa de nacimientos ha disminuido un 24.1%, creando un saldo vegetativo negativo. Esto ha llevado a que cada vez haya más mascotas en los hogares que niños. Según el INE, en 2022 había 1.8 millones de menores de cuatro años; en 2011, había cerca de 2.5 millones, un descenso notable.

Tristemente, hay casos aún más dramáticos. Ucrania, que ya padecía una crisis demográfica hace tres décadas, ha perdido 10 millones de habitantes desde la invasión rusa. En China, la situación también es preocupante, con más mascotas que niños y un enfoque gubernamental en modificar las decisiones de maternidad de las mujeres.

El caso de Corea del Sur es, sin duda, el más angustiante. Las autoridades están adoptando medidas extremas para fomentar la natalidad, que van desde "supercheques" de 70,000 euros hasta incentivar la contratación de niñeras extranjeras. Y como si eso no fuera suficiente, se ha sugerido que las niñas comiencen la educación antes que los niños para crear ventajas en el mercado matrimonial. Aunque estas estrategias han causado un leve aumento en matrimonios y nacimientos tras la pandemia, los expertos advierten que este repunte podría ser engañoso y no una solución permanente.

La pregunta que queda en el aire es: ¿cómo sostendrán estos países sus sistemas de pensiones y servicios públicos con una población decreciente? La crisis demográfica está aquí, y es evidente que requeriremos soluciones innovadoras y políticas efectivas para garantizar un futuro sostenible.