Un Clásico que Dejó Huella

La reciente noticia de la muerte de Robert Redford nos hace recordar sus destacados trabajos cinematográficos. Uno de sus papeles más memorables fue en "Memorias de África", una película dirigida por el talentoso Sydney Pollack y acompañada por la emotiva música de John Barry, que se ha convertido en una de las historias de amor más icónicas de todos los tiempos.

El Recuerdo Inolvidable de Streep

Meryl Streep, quien dio vida a la célebre escritora Karen Blixen en el filme, aún guarda gratos recuerdos de su experiencia en el set. Años después, Streep no puede evitar recordar con cariño su química con Redford, quien interpretó a Denys, el aventurero que robó su corazón en la pantalla.

Un Romance que Trascendió la Pantalla

La historia sigue a Blixen, casada con el barón Hans Blixen y trasladada a Kenia para gestionar una plantación de café. Sin embargo, conocer a Redford cambia su vida y despierta un amor intenso que perdura en el recuerdo. Según Streep, la película captura momentos de amor profundo que son escasos en el cine moderno: "Vemos muchas escenas de sexo, pero no hay nada que se compare con la dulzura de esa conexión que vemos en pantalla", reflexiona.

Un Amor que se Siente en Cada Escena

"Cuando llegamos a la quinta toma, ya estaba enamorada, y creo que eso se nota en la película", confiesa la actriz, recordando lo "tierno y sensual" que era Redford durante el rodaje. A pesar de las circunstancias, como estar rodeada de hipopótamos, su deseo de prolongar ese momento fue evidente, describiendo a Redford como un auténtico "rompecorazones".

Reconocimiento y Premios

Sin embargo, a pesar de su química en pantalla, Redford no recibió el reconocimiento que merecía en la temporada de premios. Mientras otros involucrados, como John Barry y el director Sydney Pollack, fueron galardonados, su actuación pasó desapercibida en medio de la aclamación.

Una Conexión que Perdura

La historia de Meryl Streep y Robert Redford en "Memorias de África" no solo es un reflejo de sus talentos como actores, sino también de la conexión humana que puede surgir en el mundo del cine. Un amor que, un cuarto de siglo después, sigue resonando entre los cinéfilos y en el corazón de Streep.