Mateu Lahoz ha mostrado su frustración de una manera que pocos habían imaginado. El exárbitro y actual comentarista en Movistar Plus+ arremetió con contundencia contra el VAR tras el penalti cuestionable concedido al Lille en el Estadio Metropolitano, una decisión que generó consenso entre aficionados y expertos. La falta, supuestamente cometida por Koke, fue mínimamente perceptible, y además, se había producido un toque de mano por parte de otro jugador visitante justo antes del incidente. Lo más inquietante: el VAR no revisó esta controvertida jugada.

En un apasionado discurso, Lahoz recordó su propia experiencia en el campo, compartiendo un momento desgarrador en el que pitó un penalti sin justificación en 2021 en Budapest. "Estaba implorando al VAR que me permitiera revisar la decisión", confesó, apuntando que la asistencia tecnológica debería ser una herramienta para ayudar a los árbitros, no para complicarles la vida. "Si el VAR existiera para ayudarnos, los árbitros no estaríamos en esta situación", afirmó visiblemente afectado.

La razón detrás de esta frustración radica en el impacto emocional de estas decisiones. Lahoz expresó que después de una jugada polémica, cada árbitro enfrenta las secuelas de su fallo. "Al llegar a casa, mis hijos me preguntarán sobre esas decisiones y no podré explicarlo", lamentó. El VAR, argumenta, debería haber intervenido en jugadas complicadas, proporcionando claridad al juego y a los aficionados.

Se plantean cuestiones sobre la falta de transparencia de la UEFA, que aún no ha adoptado el uso de audios en las decisiones tomadas por el VAR, a diferencia de lo que hacen en LaLiga. "Esto es una oportunidad increíble para que UEFA abra esa caja negra del VAR y nos muestre las conversaciones que se producen", declaró Lahoz, insistiendo en que la revisión debería ser un proceso rápido, tomando no más de 30 segundos.

El exárbitro terminó su discurso apelando a la necesidad de una mejor colaboración entre los árbitros y el VAR, una relación que, según él, aún está lejos de ser la ideal. "Los árbitros necesitamos más apoyo, la velocidad del fútbol actual es abrumadora y cada vez que cometemos un error, queda grabado para siempre", concluyó, dejando en el aire una incitación a una revisión profunda del funcionamiento del VAR en competiciones europeas. Su llamado a la transparencia y la mejora en el sistema no es solo un grito de ayuda, sino un llamado a la reflexión sobre el futuro del deporte rey.