En una entrevista reveladora, la profesora María Cristina Núñez Parra nos comparte su visión sobre el consumo de nicotina y sus devastadores efectos en el cerebro humano.

¿Cómo afecta el consumo de nicotina al cerebro en distintas etapas de la vida, especialmente en la adolescencia frente a la adultez?

La nicotina impacta el cerebro desde el primer contacto, alterando sus funciones. En la adolescencia, cuando el cerebro aún está en un proceso crucial de maduración, los efectos de la nicotina son más dramáticos y duraderos. Esto no solo altera el desarrollo normal del cerebro, sino que también se convierte en un factor predisponente para futuras adicciones a otras sustancias. Además, se eleva el riesgo de trastornos psiquiátricos y problemas cognitivos, dejando huellas que pueden persistir durante toda la vida.

¿Qué opinas sobre la percepción de ‘menor daño’ asociado con el uso de vapers?

Durante mucho tiempo, los cigarrillos electrónicos han sido considerados como una alternativa menos dañina al tabaco convencional. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que el aerosol que emiten puede tener efectos dañinos en las células, así como en los sistemas respiratorio y cardiovascular, aumentando el riesgo de infartos y enfermedades coronarias. Esta falsa sensación de seguridad puede desviar la atención de los riesgos reales del consumo de vapers.

A nivel fisiológico, ¿por qué la abstinencia de la nicotina causa síntomas tan intensos tanto emocionales como físicos?

La dependencia de la nicotina lleva al cuerpo a desajustarse cuando se interrumpe el suministro. Todos aquellos que han intentado dejar de fumar saben que los síntomas de abstinencia pueden ser abrumadores, y aunque los síntomas físicos se manejan eventualmente, los cambios en el cerebro pueden ser perdurables. Este desafío es una de las razones por las cuales las recaídas son comunes.

En cuanto a los vapers, ¿crees que estamos viendo un fenómeno de ‘puerta de entrada’ hacia el consumo de tabaco tradicional?

Definitivamente. El uso de vapers en adolescentes no solo incrementa la probabilidad de que comiencen a fumar tabaco convencional, sino que también puede llevar a un uso más amplio de otras sustancias. Es crucial incluir educación desde la infancia sobre los peligros del tabaquismo y el uso de vapers para equipar a los jóvenes con la información necesaria para tomar decisiones informadas.

Muchos fumadores dudan sobre si realmente vale la pena dejar el tabaco. ¿Qué podrías decirles para motivarlos?

Dejar de fumar trae aparentes beneficios a corto y largo plazo para la salud. Los métodos de apoyo y medicación son absolutamente válidos y también necesarios para muchos. Es importantísimo no desanimarse ante las recaídas; cada intento es un paso hacia adelante en el proceso de dejar de fumar.

¿Existen áreas que necesiten más investigación en torno al consumo de nicotina?

Absolutamente. La complejidad de los trastornos por consumo de sustancias es un área en constante estudio. Cada día se publican nuevos hallazgos sobre cómo la nicotina afecta al cerebro, lo que es fundamental para desarrollar medicamentos innovadores que puedan ayudar a combatir estas adicciones. Un enfoque clave en nuestra investigación actual es encontrar un fármaco que impida la activación del deseo de consumo asociado a estímulos que han sido parte de la vida del individuo durante años.

El camino hacia la erradicación de la adicción al tabaco y otras drogas es complicado, pero la investigación que lideran personas como María Cristina Núñez Parra no solo promete un futuro más saludable, sino que también representa esperanza para millones de adictos.