Un reciente estudio revela que la deficiencia de vitamina D es un problema global alarmante, y España no es la excepción. Según investigaciones publicadas en la revista Nature, hasta el 75% de los españoles podría estar sufriendo de esta carencia, lo que podría tener graves repercusiones para la salud pública. Pero, ¿por qué estos números son tan elevados? Una de las principales razones es el estilo de vida moderno, marcado por la inactividad física y la escasa exposición al sol debido a nuestras rutinas sedentarias frente a las pantallas.

La carencia de vitamina D puede provocar una serie de efectos secundarios preocupantes, como fatiga, debilidad muscular, dolor óseo, pérdida de cabello y cambios en el estado de ánimo. Esto se debe a que la vitamina D desempeña un papel crucial en la absorción de calcio, crecimiento celular, transmisión nerviosa, coagulación sanguínea y absorción intestinal de calcio y fósforo. Por lo tanto, no es de extrañar que cada vez más personas opten por suplementos de esta vitamina. Pero la pregunta crucial es: ¿cuándo es el mejor momento para tomarlos?

Existen estudios que indican que tomar vitamina D por la noche podría interferir con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. La producción de melatonina está asociada con la oscuridad, mientras que la vitamina D se sintetiza principalmente a través de la exposición solar. A pesar de ello, actualmente no hay evidencia científica definitiva que demuestre un momento óptimo para su ingesta.

Además, la nutricionista Gabriela Gotta sugiere que es recomendable combinar la ingesta de vitamina D con grasas saludables, como las presentes en productos lácteos, frutos secos y aceites, dado que es una vitamina liposoluble que se absorbe mejor con grasas. Para maximizar sus beneficios, es ideal consumir vitamina D con alimentos ricos en calcio.

Aunque los suplementos son cada vez más populares, no debemos olvidar que la vitamina D también se puede obtener a través de una dieta equilibrada. Expertos en nutrición destacan la importancia de incluir en nuestra alimentación pescados grasos como el salmón y las sardinas, así como cereales enriquecidos, productos lácteos (especialmente los enriquecidos y de soja), huevos y ciertos tipos de champiñones. ¡No subestimes el poder de una buena alimentación!

Mantente informado y cuida tu salud: la vitamina D es clave para un organismo fuerte y enérgico, así que prepárate para tomar decisiones que beneficien tu bienestar.