Donald Trump ha vuelto a la Casa Blanca con la intención de deshacer todo lo logrado por Joe Biden, y en sus primeras horas como presidente, ya ha lanzado señales de que está listo para desatar una nueva guerra comercial. Mientras se prepara para una serie de decretos, ha establecido como blanco a diversos países, iniciando por sus vecinos más cercanos, México y Canadá.

Durante su investidura, Trump anunció que a partir del 1 de febrero aplicará un arancel del 25% a las importaciones de estos países, culpándolos del aumento en el flujo de inmigrantes y del fentanilo que cruza las fronteras.

Pero eso no es todo, China también está bajo su mirada: Trump mencionó una posible imposición de un arancel del 10% a las importaciones chinas, argumentando que este país es responsable del envío de fentanilo a México y Canadá. "Estamos hablando de aranceles basados en evidencias de que están enviando fentanilo a nuestras fronteras", afirmó en una reciente conferencia de prensa.

En cuanto a España, aunque Trump ha amenazado con imponer aranceles del 100% a nuestro país, esta vez lo hizo por error al confundir 'Spain' con 'Sudáfrica'. Aún así, su propuesta plantea un riesgo real para nuestra economía. No se debe olvidar que este malentendido no exime a España de las preocupaciones en la agenda comercial de Trump.

Los sectores españoles que podrían verse gravemente afectados por estas medidas son varios: la agricultura, la industria agroalimentaria, el sector automotriz, los servicios y las fábricas de componentes. Precisamente, presidentes autonómicos de PP y PSOE han expresado su angustia ante esta situación, sugiriendo que la vuelta de Trump podría abrir la puerta a lo que han denominado una "lluvia de aranceles".

Con un bajo gasto militar y precios competitivos, los productos españoles se convierten en un blanco tentador para la administración Trump. Ante esta posible tormenta comercial, muchos en España se preguntan si el país podrá resistir estos embates y cuáles serán las medidas adoptadas para proteger sus sectores más vulnerables. La incertidumbre económica se cierne sobre el horizonte español mientras se esperan más noticias sobre la posición de la nueva administración estadounidense.