La llegada de Miguel Ángel Ramírez al Real Zaragoza promete ser un nuevo capítulo emocionante para el club aragonés. La determinación y pasión de Ramírez por el fútbol son innegables y, según sus amigos más cercanos, su dedicación es total: «No existen los tiempos ni los horarios cuando se propone algo», afirma su mejor amigo y gestor económico, Héctor. Su carácter perfeccionista lo convierte en un técnico que cuida hasta el más mínimo detalle, lo que sin duda será un gran valor añadido para el equipo.

Desde pequeño, Ramírez siempre soñó con el fútbol, pero reconoció que no era un gran jugador. Por ello, decidió dar un paso al lado y dedicarse a la dirección técnica. Su trayectoria ha estado marcada por su deseo de formar jóvenes talentos. Según Héctor: «Su padre futbolístico es Roberto Olabe, de la Real Sociedad, y siempre ha querido trabajar en la cantera. Le apasiona enseñar a los más jóvenes». Esta conexión con el desarrollo juvenil es crucial en un club que busca revitalizar su plantilla.

Judith, otra amiga cercana, también destaca su carisma: «Es un líder nato. Te hace sentir bien porque te respeta, escucha y acompaña. Es muy generoso». Esta capacidad de liderar y motivar a sus jugadores será esencial en un vestuario que busca cohesión y fortaleza. Judith enfatiza que el estilo de liderazgo de Ramírez contagia a los demás: «Cuando un líder es el que más trabaja, lo contagia. Es difícil no seguirlo». Sin duda, esto facilitará un ambiente de trabajo positivo en el equipo.

Desde 2012, Ramírez ha estado profesionalmente involucrado en el mundo del fútbol, tras su experiencia en la Aspire Academy en Catar. Antes de eso, fue profesor de educación física, una carrera que no ha dejado del todo, ya que continúa orientando y formando personas a través del deporte. Sus amigos creen que su experiencia como docente le da una ventaja única en su nuevo rol en el Zaragoza.

Además, sus amigos afirman que Miguel está bien preparado para hacer frente a los retos que puedan surgir en el club. «Trabaja con un coach personal y cuida mucho su salud mental», mencionan. Esto es un aspecto fundamental, sobre todo en un contexto deportivo donde la presión puede ser abrumadora. Ramírez está listo para afrontar cualquier adversidad que se presente durante la temporada, algo que su trayectoria previa augura.

Jesús Izquierdo, periodista canario de Marca, también resalta su carácter tranquilo y reflexivo. Conocido desde que era cadete, Jesús recuerda cómo Miguel siempre soñó con ser entrenador, mostrando su dedicación desde muy joven. «Nunca lo verás con ropa de diseñador o coches extravagantes, es una persona sencilla», añade. Esta humildad y enfoque en el trabajo duro seguramente influirán positivamente en la futura dirección del Real Zaragoza.

Con el perfil de Ramírez y su fuerte apoyo de amigos y colegas, el Zaragoza podría estar al borde de una transformación. ¿Puede este nuevo liderazgo llevar al club hacia el éxito y recuperar el prestigio perdido? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: Miguel Ángel Ramírez no escatimará esfuerzos para lograrlo.