El icónico cantante español, Loquillo, ha concedido una reveladora entrevista al diario El Mundo, donde no solo ha presentado sus últimos trabajos, incluyendo dos discos, uno de duetos y otro que acompaña un poemario, además de una novela y su propia marca de vino.

Durante la conversación, Loquillo ha tomado un momento para mirar hacia atrás y hablar sobre su libro, "Paseo de Gracia", donde transmite, a través de su propia experiencia, cómo era la Barcelona en la que creció.

Cuando se le preguntó qué queda de esa vibrante ciudad, su respuesta fue contundente: "Solo cenizas". Rememoró con nostalgia su juventud como un joven rocker de 17 años que atravesaba un mundo donde la libertad y la transgresión eran el pan de cada día. "Recuerdo pasar por lugares donde todas las conductas sexuales eran permitidas, pero también donde la heroína desolaba a muchos", confesó.

Loquillo enfatizó la importancia de vivir en aquellos tiempos: "Fui testigo de gente siendo libre y nos enseñaron a ser libres también por nuestra cuenta. Nunca experimenté traumas sexuales en ese entorno".

A medida que ahondaba en sus recuerdos, el cantante realizó una comparación con la Barcelona actual: "Tuvimos que dejar aquella ciudad en 2006, pues se convirtió en una batalla perdida. Me fui antes de que el independentismo cobrase fuerza. En aquellos años, no teníamos voz en la radio ni en la televisión".

Su reflexión presenta una profunda crítica a la transformación que ha sufrido la ciudad, que, όπως él indica, ha perdido la esencia que tanto valoraba en su juventud. En este sentido, sus palabras resuenan con quienes también han sentido que Barcelona, una ciudad rica en cultura y diversidad, ha cambiado drásticamente en los últimos años.