"Nosotros hacemos nuestro trabajo y el club debe hacer el suyo", declaró Hansi Flick en un tono claro y contundente, reflejando las tensiones actuales en el FC Barcelona. La situación es complicada y Dani Olmo, junto a Pau Víctor, se encuentran en una encrucijada mientras el club aguarda una resolución de las autoridades deportivas que les permita inscribir a ambos jugadores. Sin embargo, la imagen de Joan Laporta, presidente del club, ha comenzado a desmoronarse. La oposición ha alzado su voz, exigiendo su dimisión debido a una crisis social que, según ellos, es "suficientemente evidente" y que está llevando al Barça al borde del colapso económico y organizativo.

Con la presión en aumento, Deco, el director deportivo, se ha ausentado, disfrutando de unas vacaciones en Brasil durante la semana de Navidad. Esta decisión ha suscitado críticas, especialmente en un momento en que el club lucha por estabilizar su estructura económica. Las ausencias de figuras clave como Mateu Alemany y Franc Carbó han dejado a Laporta desamparado en la gestión económica, algo que ha sido clave para el funcionamiento del club en años anteriores.

Deco ha enfrentado un entorno complicado desde su llegada, marcado por las restricciones del fair play financiero y decisiones de fichajes que no han dado los frutos esperados, como las contrataciones de Joao Cancelo y Joao Félix. Además, el fichaje de Vitor Roque, que costó 31 millones de euros, no resultó como se esperaba, ya que el delantero actualmente se encuentra cedido en el Betis. A pesar de los desafíos, Deco se esforzó por cerrar el fichaje de Dani Olmo bajo la promesa de que la situación económica del club mejoraría antes del 31 de diciembre, una meta que resultó inalcanzable, aumentando así las tensiones internas.

Con el mercado de fichajes de enero a la vista, Deco está obligado a maniobrar con las salidas y entradas del equipo, a pesar de una notoria falta de respaldo en las decisiones económicas. La situación de jugadores como Eric García y Ansu Fati son solo algunas de las complicaciones que deberá enfrentar el director deportivo en los próximos días.

Laporta, por su parte, parece estar cada vez más solo en este desafío, tras la salida de varios de sus principales colaboradores. Desde la renuncia de Ferran Reverter en 2022, en desacuerdo con el contrato con Spotify, hasta la reciente partida de Mateu Alemany, la presión para reestructurar el club es notable. En este contexto, la gestión del límite salarial y las inscripciones de jugadores como Olmo y Pau Víctor no han hecho más que incrementar el caos organizativo.

Sin embargo, la cuestión que muchos se hacen es: ¿debería Deco haber estado presente en lugar de irse de vacaciones? Su ausencia podría interpretarse como una falta de compromiso con la situación crítica del club. Mientras los hinchas y la prensa especulan sobre su papel y futuro, una cosa es clara: el FC Barcelona se encuentra en un mar de turbulencias y las decisiones tomadas, tanto en la cúpula directiva como en el terreno de juego, definirán el destino del club en los meses venideros.