País

Las devastadoras inundaciones en Valencia: Un desastre que podíamos haber evitado

2024-10-31

Autor: Carmen

Las recientes inundaciones en Valencia, causadas por una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) o gota fría, han sido catalogadas como "la peor del siglo". Este alarmante fenómeno ha resultado en la trágica pérdida de 92 vidas y ha dejado a decenas de personas desaparecidas. Sin embargo, es fundamental cuestionar cuánto de lo que está ocurriendo en Valencia se puede realmente considerar como "desastre" y "natural".

La Malentendida Naturaleza de los Desastres

Para hablar de un desastre, es necesario que haya una interacción entre un evento natural (en este caso, la DANA) y una población vulnerable (la gente de Valencia). Así, un desastre no es simplemente el resultado inexorable de la naturaleza; es un fenómeno que se construye socialmente a partir de la vulnerabilidad humana frente al peligro. Este cambio de percepción es crucial para entender que no podemos simplemente culpar a las fuerzas de la naturaleza o al cambio climático, ya que la intervención humana también juega un papel vital en la creación de estas catástrofes.

La Urgente Necesidad de Cambio

Es esencial cambiar nuestro discurso sobre estos fenómenos, tanto para entender mejor cómo las acciones humanas pueden contribuir a su aparición, como para desarrollar estrategias que mitiguen sus efectos. Las medidas para abordar los peligros climáticos pueden ser estructurales o no estructurales. La elección entre estos enfoques dependerá de la naturaleza de las acciones y de cómo se integren en un desarrollo más sostenible que contemple los límites del medio ambiente.

Un Desarrollo Humano Sostenible

La iniciativa de la Unión Europea, Climate-ADAPT, ha introducido el concepto de 'diseño urbano sensible al agua' (WSUD), que busca minimizar el impacto del desarrollo urbano sobre los recursos hídricos. Este planteamiento es más relevante que nunca, ya que se prevé que en 2050, el 70% de la población mundial vivirá en áreas urbanas. Este crecimiento desmedido requiere una renovación de nuestras políticas urbanas para incorporar la renaturalización y la gestión sostenible del agua.

Implementar soluciones basadas en la naturaleza podría transformar las infraestructuras urbanas, creando redes de espacios verdes y azules que no solo embellezcan la ciudad, sino que también ayuden en la captación y filtración del agua de lluvia, evitando inundaciones.

La Educación y Concienciación como Clave

Para que estas medidas sean efectivas, es imprescindible alinear las políticas públicas con la gestión de recursos hídricos. La educación y la concienciación son fundamentales para preparar a la población ante futuros eventos climáticos. La colaboración comunitaria y la participación ciudadana fortalecen la resiliencia social, lo que puede minimizar el impacto de desastres naturales.

Conclusión: Un Llamado a la Acción

Es vital que aprendamos de esta experiencia en Valencia. A través de la educación y un enfoque preventivo, podemos enfrentar el futuro con una mejor preparación. Como bien dijo Sun Tzu: “Si conoces al enemigo y a ti mismo, no temerás el resultado de cien batallas.” A medida que entendemos mejor los riesgos y vulnerabilidades en nuestra comunidad, podremos tomar medidas efectivas que garanticen la protección de vidas y bienes, evitando desastres evitable.