1. Desenredarse del halago

El Atlético de Madrid, el equipo más en forma de las últimas jornadas, visita Montjuïc con el objetivo de desbancar al Barça de la primera posición. Su estrategia se basa más en la calidad futbolística que en tácticas concretas, y será clave observar cuánto se arriesga Simeone al inicio del partido. El banquillo del Atlético tiene suficiente talento para cambiar el rumbo de cualquier encuentro, lo que le proporciona una ventaja significativa.

Mientras tanto, el Barça de Hansi Flick se presenta sediento de redención después de los malos resultados ante equipos más modestos. Aquí es importante recordar que las ligas no se ganan únicamente al derrotar a los grandes rivales. Si logra ganar en el Santiago Bernabéu, no debe dejarse llevar por los halagos. Quedarse en esa zona de confort es peligroso porque alimenta psicológicamente a los adversarios. Para ser un equipo fiable, hay que ser contundente, hambriento y solidario, como en el inicio de la temporada.

Aunque el talento está presente, falta continuidad, lo que complica distinguir cuándo se juega en LaLiga y cuándo en Champions. Recuperar su nivel habitual haría del Barça el equipo más temido nuevamente.

2. Una plantilla versátil para competir por todo

No exagero al afirmar que el Atlético tiene recursos para cambiar completamente su once en cada partido. Oblak ofrece una seguridad defensiva inigualable, mientras que Griezmann destaca en la delantera. Con Julián Álvarez ya integrado en el esquema del equipo, las alternativas ofensivas se multiplican. En el centro del campo, De Paul y Barrios, con Koke a su llegada, ofrecen una gran dinámica, y Griezmann actúa como comodín, creando numerosas oportunidades.

El potencial ofensivo del Atlético es formidable, ya que Llorente y otros jugadores como Nahuel Molina son extremadamente veloces y peligrosos en las bandas. Samuel Lino, por su parte, prefiere encarar a sus oponentes en duelos uno contra uno, aunque es probable que no inicie el encuentro. Además, la defensa del Atlético, con Giménez y Lenglet, ha abortado la necesidad de jugar con tres centrales. Gallagher puede generar sorpresa en el área blaugrana gracias a su gran despliegue físico.

El Atlético cuenta con múltiples opciones de finalización: Julián, Griezmann, Sorloth, Correa... Es, sin duda, uno de los equipos con más recursos y variantes en la historia reciente. Atención a sus estrategias de balón parado, una táctica que ha demostrado ser efectiva en otros encuentros.

3. Pedri necesita soltar un poco el balón

Una preocupación para el Barça es que Pedri está corriendo demasiado, lo que implica que la pelota pasa con demasiada frecuencia por sus pies. No se trata solo de repartir el juego; debe ser capaz de 'respirar' y, sobre todo, de infiltrarse en zonas peligrosas para el rival.

Un buen ejemplo se puede observar en la selección española, donde Luis de la Fuente sitúa a Pedri junto a Morata en posiciones de ataque. En el Barça, sin embargo, el esfuerzo defensivo se ejerce muy cerca de sus defensores, lo que compromete su habilidad para llegar a las áreas críticas con frecuencia. Esto también afecta a la calidad natural del equipo, que debería ser capaz de conquistar más terrenos en el último tercio del campo.

A pesar de su capacidad para jugar como segundo mediocentro en el 4-2-3-1 de Flick, es esencial que se le 'libere' para que pueda aportar toda su calidad, incluso en la finalización. El partido del sábado promete ser una batalla intensa y decisiva en la lucha por el título.