Cientos de miles de personas se han lanzado a las calles en diversas ciudades del mundo para exigir la libertad y los derechos del pueblo palestino, en un contexto donde se marca un año desde el devastador ataque de Hamás el 7 de octubre, que desencadenó una brutal ofensiva israelí en Gaza, resultando en más de 41,500 muertes.

Las manifestaciones han tenido lugar desde Nueva Zelanda hasta Europa, con ciudadanos clamando por el cese inmediato de los bombardeos en Gaza y Cisjordania, así como por el fin de la campaña violenta que el gobierno israelí ha desatado sobre la población palestina. Los participantes expresan su indignación y demandan un alto al ciclo de violencia que ha causado sufrimiento incalculable.

Sin embargo, no todas las ciudades han permitido estas manifestaciones. En Roma, por ejemplo, las autoridades prohibieron la marcha, citando preocupaciones sobre posibles "expresiones de celebración" relacionadas con la matanza de 1,200 personas por parte de Hamás. A pesar de estas restricciones, miles de manifestantes desafiaron la prohibición y se agrupaban en las calles, mostrando su solidaridad con la causa palestina y denunciando las injusticias que enfrenta la población de Gaza y Cisjordania.

Las protestas también han resonado en otras capitales europeas, como Londres y París, donde los manifestantes llevaban pancartas que decían 'Libertad para Palestina' y 'Basta de bombardeos'. Este movimiento global refleja una creciente preocupación internacional sobre la crisis humanitaria en la región y una llamada a la acción para que los gobiernos del mundo tomen una postura más firme en favor de la paz y los derechos humanos.

Mientras tanto, la comunidad internacional sigue observando, con la esperanza de que estos actos de solidaridad puedan contribuir a un cambio significativo en la situación actual de Palestina.