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La victoria de Trump: ¿El nuevo triunfo de Elon Musk sobre la política y los grandes intereses?

2024-11-07

Autor: Ana

En la electrizante noche de las elecciones, Elon Musk, sentado tan solo a dos asientos de Donald Trump, no ocultaba su satisfacción por el triunfo presidencial, atribuyéndose parte del crédito por la victoria. “Mi comité independiente de campaña, America PAC, fue fundamental para mejorar la campaña republicana en los estados clave”, afirmó Musk en una entrevista con Tucker Carlson, en el lujoso Mar-a-Lago, el hogar de Trump en Florida. A través de X, su plataforma de redes sociales, compartió un meme que celebraba su papel en los resultados.

Este evento marcó la culminación de un esfuerzo que comenzó apenas seis meses atrás, respaldado por una audaz estrategia: Musk, un neófito en política, tomó el mando de la estrategia de captación de votos para la campaña de Trump en los estados más controversiales.

Aunque es difícil aislar el impacto directivo de Musk de otros factores que llevaron a Trump de nuevo a la Casa Blanca, está clarísimo que esta elección fue una victoria para él y, en general, para la política de grandes capitales en los Estados Unidos. Musk invirtió casi solo más de 175 millones de dólares a través de su comité, organizando un equipo que tocó alrededor de 11 millones de puertas en estados cruciales como Michigan y Pennsylvania.

El foco de Musk fue claro: captar el voto de personas con baja probabilidad de ir a las urnas, particularmente en áreas rurales, buscando movilizar entre 800,000 y un millón de votantes que, históricamente, no tenían un registro electoral constante. Sin embargo, aunque Trump se declaró satisfecho con el apoyo de las zonas rurales, el impacto exacto del enfoque de Musk sigue en entredicho.

Las tácticas que utilizó se inspiraron en experiencias anteriores de campañas exitosas. Todo indicaba que estaba dispuesto a innovar: ofreció una 'flota de vehículos' para facilitar el transporte a votantes de comunidades como la Amish de Pennsylvania, quienes carecen de vehículos propios.

En un giro inesperado, Musk abogó por el voto anticipado, a pesar de que Trump había menospreciado dicha opción en el pasado. Finalmente, su equipo introdujo cambios en las estrategias de contacto, enfatizando en fomentar no solo la identificación de potenciales votantes, sino también la solicitud de votos por correo, incorporando códigos QR para facilitar este proceso.

Sin embargo, su audacia lo llevó a ofrecer incentivos financieros a los votantes, lo que suscitó preocupación sobre la legalidad de sus acciones. Aunque el Departamento de Justicia cuestionó la iniciativa, no se tomaron acciones legales en su contra, lo que generó críticas sobre la ética en el financiamiento de la campaña.

Además, Musk se convirtió en uno de los principales defensores en redes sociales de la candidatura de Trump, usando su cuenta muy seguida para amplificar mensajes y rumores sobre fraude electoral. Pese a algunas dudas entre los altos mandos de la campaña sobre cuánto depender de Musk, su influencia fue innegable.

Tras algunos contratiempos durante el verano, Musk ajustó su estrategia, asignando directores estatales y modificando las tácticas del equipo de campaña para maximizar el apoyo, aunque algunos métodos generaron dudas y críticas. La coordinación no fue perfecta; surgieron problemas técnicos que afectaron el desempeño de los representantes de campaña en estados críticos, como Wisconsin y Nevada.

Al final del proceso, Musk empezó a canalizar su marca personal en una forma más directa con America PAC, lo que generó aún más vínculos entre él y la campaña de Trump. A medida que se acercaban las elecciones, la presión estaba en su punto máximo.

Sin embargo, la caída de la actividad de Musk en las últimas etapas de la campaña, como su repentina cancelación de eventos, dejó a muchos cuestionando si su enfoque era sostenible. Mike DuHaime, ex funcionario del Comité Nacional Republicano, expresó su preocupación sobre el poder acumulado por donantes como Musk, sugiriendo que su influencia podría alterar profundamente la dinámica política en el futuro.

Esta victoria de Trump, con la inestimable ayuda de Musk, despierta preguntas filosóficas y prácticas sobre el futuro de la financiación de campañas y la ética de la influencia de grandes sumas en la política estadounidense. Este episodio podría ser solo el comienzo de cambios significativos en cómo se desarrollan y ejecutan las campañas electorales en el país.