¿La Venganza de Trump? Lo Que Nos Espera en 2024
2024-11-06
Autor: Ana
Introducción
Kamala Harris se encontraba en una encrucijada: necesitaba un apoyo demócrata masivo que la catapultara hacia la Casa Blanca sin que existieran dudas sobre la legitimidad de su elección. Sin embargo, muy pronto durante la noche electoral, con los primeros resultados provenientes de Carolina del Norte y Georgia, quedó claro que no se materializaría el esperado tsunami azul. Al final, solo quedaban los bastiones azules de Wisconsin, Pensilvania y Michigan, especialmente de sus zonas urbanas más densas, que se convirtieron en la última defensa contra el avance del trumpismo, a la espera de los recuentos de los votos diferidos. Esto no fue suficiente para declarar una victoria, y a la mañana siguiente quedó claro que Donald Trump había alcanzado los 270 delegados necesarios para regresar a la Casa Blanca.
La situación de Kamala Harris
La coalición encargada de poner fin al trumpismo no logró consolidarse. El regreso de Kamala Harris trajo consigo una chispa de esperanza y alegría a una campaña que había estado marcada por la fatalidad y la depresión en torno a la candidatura de Joe Biden. La movilización que se esperaba que revitalizara la candidatura de Harris, por el contrario, terminó respaldando a su adversario. Se observó un notable aumento en el apoyo de los hombres jóvenes, incluso entre los latinos y afroamericanos, que se sintieron atraídos por las promesas de Trump. Asimismo, los trabajadores del llamado 'cinturón del óxido' se mostraron preocupados por la inflación y la necesidad de proteger la industria nacional, mientras que el sector rural y evangélico del país se alineó fuertemente con la postura prohibicionista del aborto. A esto se sumaron los votantes más adinerados y los libertarios, que esperaban más desregulaciones y recortes fiscales bajo un gobierno republicano.
Desafíos de la campaña
Las dificultades que enfrentó Harris eran demasiado complejas para solucionarlas en los cuatro meses apresurados de campaña electoral que siguieron a la renuncia de Biden. Mientras tanto, Trump continuó estableciendo su dominio político, utilizando los escándalos y cargos judiciales como armas de propaganda. Su capacidad para convertir la controversia en apoyo se ha vuelto legendaria, y el pueblo trumpista, que se siente cada vez más legitimado, ha tomado nota. Esto marca un peligroso ciclo en la política estadounidense, donde actos de violencia y discursos de odio se normalizan entre sus seguidores, evidenciando una polarización extrema en el tejido social.
Perspectivas para 2024
Estamos al borde de una posible revancha de 2020. Trump ya cuenta con un Tribunal Supremo alineado a su favor, podría obtener el control del Senado y casi seguro tendrá la Cámara, además de que por primera vez podría conseguir una mayoría de votos populares, a pesar de haber obtenido tres millones menos que Hillary Clinton en 2016. La narrativa del fraude electoral que lo sacó de la Casa Blanca se arraigará como un relato oficial en un futuro 'Estados Unidos trumpista'. Sus acciones quedarán impunes, al igual que las de sus cómplices.
Conclusiones
Lo que comenzó en 2016 con la elección histórica de Barack Obama y la posterior derrota de Hillary Clinton podría transformarse en un ciclo de Presidencias trumpistas. Si esto ocurre, la historia recordará a Trump no como un 'perdedor', sino como un presidente de dos mandatos, enmarcando a Biden y Obama como meros paréntesis en su reinado. La petición del voto femenino, lanzada por Julia Roberts en un spot para Harris, no logró su objetivo. De hecho, ha sido Trump quien ha derrotado a las dos primeras mujeres que intentaron alcanzar la Casa Blanca. La pregunta que todos se hacen es: ¿estamos realmente preparados para la era de Donald Trump nuevamente?