En un emocionante acontecimiento científico, la madrugada del 27 de diciembre, la NASA logró establecer contacto nuevamente con la sonda Parker, que realizó un atrevido acercamiento al Sol el 24 de diciembre. Esta hazaña convierte a Parker en la nave espacial que más se ha acercado a nuestra estrella, a solo 6,1 millones de kilómetros, una distancia 10 veces menor que la de Mercurio.

Antes de la maniobra, las comunicaciones con la sonda se interrumpieron para proteger sus delicados instrumentos de las extremas condiciones. Tras la exitosa operación, se espera que la NASA comience a recibir datos vitales de la misión a partir del 1 de enero, ofreciendo una visión única sobre la dinámica de la corona solar, que alcanza temperaturas de hasta 1,5 millones de grados Celsius.

Desde su lanzamiento en 2018, la sonda ha estado en un viaje épico hacia lo desconocido, donde ha seguido trayectorias optimizadas gracias a acercamientos a Venus. El acercamiento anterior a este histórico evento ocurrió en noviembre de 2018, a una distancia de 24 millones de kilómetros del Sol. Ahora, con este nuevo acercamiento, Parker no solo ha establecido un récord, sino que también ha alcanzado la velocidad más alta registrada por una sonda espacial: ¡191 kilómetros por segundo!

Protegido por un innovador escudo térmico de 11,4 centímetros de grosor, diseñado para soportar los extremos de calor, Parker ha tenido que enfrentar temperaturas de aproximadamente 1,000°C. Este escudo, fruto de 10 años de arduo trabajo e ingeniería, asegura que los instrumentos de la nave funcionen a una temperatura fresca de solo 29°C, manteniéndolos a salvo de unas condiciones que podrían haber arruinado la misión.

Los científicos están ansiosos por analizar los datos que Parker colectará, ya que esto les permitirá comprender mejor fenómenos como las tormentas geomagnéticas que pueden impactar directamente la tecnología en la Tierra. Las emisiones solares, especialmente las provocadas por eyecciones de masa coronal, pueden crear interferencias que afectan a centrales eléctricas, satélites y otras infraestructuras críticas.

El Sol, con su sorprendente corona, que desafía la lógica respecto a sus temperaturas, es un misterio que los científicos buscan resolver. Mientras la superficie solar oscila en torno a 5,500°C, la corona permanece a temperaturas desmesuradas. Este fenómeno plantea preguntas sobre los procesos solares y su influencia en nuestro planeta.

El nombre de la sonda, Parker, rinde homenaje a Eugene Parker, el astrofísico que en 1958 predijo la existencia del viento solar, revolucionando la comprensión de nuestro Sol. El hecho de que la sonda lleve su nombre es una celebración de su legado y contribución a la ciencia. En una emotiva ceremonia, Parker presenció el lanzamiento de su 'hija' espacial a la edad de 91 años, rodeado de sus seres queridos.

Con la misión Parker estableciendo un nuevo estándar en la exploración solar, el futuro de la astronomía se presenta brillante. La ciencia está, sin duda, en un punto de inflexión, y los hallazgos de esta misión servirán para salvaguardar nuestro mundo technológicamente avanzado frente a las inclemencias del Sol.