La ambiciosa transformación de la Estación Central de Valencia está en marcha, y las empresas que deseen asumir el contrato de consultoría para este proyecto deben presentar un exhaustivo estudio de rentabilidad.

Este análisis se centrará en los ingresos y gastos derivados de la nueva terminal, que contará con 627,400 metros cuadrados de superficie edificable liberada por el soterramiento de las vías.

Entre los usos propuestos para esta área, los pliegos del contrato incluyen opciones comerciales, de restauración, administrativas, hoteleras y de aparcamiento, prometiendo convertir la zona en un vibrante centro urbano.

La sostenibilidad económica de estos usos es clave, y los candidatos deberán demostrar la viabilidad de sus propuestas, comparando precios de mercado con otras operaciones similares.

El proyecto, inicialmente diseñado por César Portela, había dejado de lado la idea de una estación intermodal due to delays y costos elevados.

Sin embargo, Adif ahora lidera el plan de construcción de una nueva terminal sin un costo confirmado, y buscando financiar parte de la operación a través de desarrollos urbanísticos.

Adicionalmente, el acuerdo de 2003 sobre el Parque Central establece que se generarán nuevas edificaciones en la zona, permitiendo hasta un 80% destinado a uso residencial, reforzando así la importancia de integrar la estación en el tejido urbano de Valencia.

Un punto crucial del nuevo proyecto es la rehabilitación de la histórica Estación del Norte, considerada una joya modernista y Bien de Interés Cultural.

Se explorarán nuevos usos para este emblemático edificio, asegurando que forme parte de la transformación urbana en curso.

El consultor encargado del proyecto deberá llevar a cabo un análisis exhaustivo sobre el futuro de esta estación y cómo se relacionará con la nueva Estación Central.

El contrato, valorado en 30 millones de euros, requerirá definir actuaciones que cumplan con la moderna funcionalidad ferroviaria y la estrategia de movilidad de la ciudad.

La nueva Estación Central no solo será un nodo ferroviario clave, sino que se convertirá en un hito arquitectónico, uniendo a las estaciones existentes como la histórica de Valencia Nord y la provisional de Joaquín Sorolla.

Este nuevo centro también promoverá una mayor conectividad entre distintos medios de transporte, mejorando la accesibilidad y fomentando el uso de opciones de transporte sostenible.

Se están considerando iniciativas como zonas de cero emisiones alrededor de la estación, contribuyendo a la visión de una Valencia más verde y eficiente.

Cabe destacar que, durante la ejecución de las obras, se presta especial atención a mantener la continuidad del servicio ferroviario actual, contemplando la posibilidad de construir una estación provisional si es necesario.

¡Valencia está lista para el futuro del transporte!