Gabi Fernández, exfutbolista de 41 años y actual entrenador del Getafe B, ha dejado claro que su ambición no tiene límites. Su transición de jugador a técnico comenzó cuando terminó su carrera en el Al-Sadd y regresó a Madrid. Desde entonces, se ha empapado de fútbol, analizando partidos de diversas ligas y completando cursos de formación de la UEFA. Ahora, cuatro temporadas después de colgar las botas, está construyendo un equipo que es líder en el Grupo 5 de Segunda Federación, con un impresionante récord: ocho victorias, un empate y dos derrotas. Su sueño de llevar al Getafe B a la Primera División nunca ha estado tan cerca.

La última actuación de su equipo, una contundente victoria de 4-0 contra el Móstoles, tuvo a los aficionados gritando en las gradas de la Ciudad Deportiva: "¡Él será el siguiente!". Si bien el actual entrenador del primer equipo, Bordalás, todavía disfruta de la confianza del club, Gabi es claramente el favorito para sucederlo gracias a su relación cercana con el presidente Ángel Torres, quien le permitió crecer en el Getafe tras ficharlo en 2004 como jugador.

Los elogios hacia Gabi son unánimes; se le considera un "fantástico entrenador" por su dedicación, inteligencia táctica, habilidad para leer los partidos y su capacidad de delegar tareas. Su enfoque de equipo es innegable, confiando en su asistente Mario Jiménez para conducir las sesiones de entrenamiento antes de que él intervenga con su enfoque técnico y táctico.

Aunque Gabi no fue conocido por ser un jugador creativo, ha demostrado que los entrenadores que abordaron el juego con disciplina suelen ser los que demandan lo mejor de sus equipos. Bajo su mando, el Getafe B ha adoptado un estilo de juego atrevido, combinando la creación con una defensa sólida. Gabi enfatiza la importancia de la paciencia respecto al balón, instando a sus mediocentros a ser proactivos tanto en la defensa como en el ataque.

En el partido contra el Móstoles, Jacobo fue el autor del primer gol, seguido por aportaciones de Álex García, Keita e Isma. Con aproximadamente 300 aficionados presentes, muchos notaron el estilo "recto y severo" de Gabi, quien no teme aplicar disciplina para mantener la ética de trabajo de su equipo. La plantilla, repleta de jugadores veteranos, se está preparando para la lucha por el ascenso.

El Getafe, enfrentando dificultades económicas, mira hacia su cantera como una solución. Con Gabi al frente, se espera que la transición de estos jóvenes talentos al fútbol profesional sea más sencilla y efectiva. Gabi aspira a llevar al Getafe B a nuevas alturas, mientras sueña con entrenar en algún momento al primer equipo, además de su añoranza por el Atlético, donde se convirtió en leyenda.

La dedicación de Gabi es evidente; llega a la Ciudad Deportiva a primera hora y se va al caer la tarde, analizando cada detalle de sus rivales. Aunque es reservado y evita los medios, su trabajo habla por sí mismo, generando interés y expectativas en el Getafe. La pregunta en el aire es: ¿será Gabi el próximo en llevar al Getafe a la gloria del fútbol profesional? La historia apenas comienza a escribirse.