La situación en Valencia sigue siendo crítica, con al menos 211 muertes confirmadas a causa del paso devastador de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que ha provocado inundaciones severas y daños extensos en varias localidades. Este sábado, al menos 19 personas resultaron heridas, dos de ellas en estado grave, tras inhalar gases tóxicos de un generador en un garaje inundado en Chiva, un municipio que ha sido gravemente afectado por la tormenta. La mayoría de los heridos son voluntarios que se presentaron para ayudar en las labores de limpieza en esta área. El garaje, ubicado en la Avenida Ramón y Cajal, fue evacuado rápidamente.

El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el despliegue de 5,000 efectivos militares adicionales y la duplicación de los efectivos de Policía y Guardia Civil en respuesta a la situación de emergencia, renovando el compromiso de asistencia federal a las regiones devastadas. En la Ciudad de las Artes y las Ciencias, se han establecido centros de coordinación donde miles de voluntarios se están organizando para proporcionar ayuda a las comunidades afectadas. A lo largo del día, se han oído críticas sobre la gestión de la crisis, ya que se esperaban más directrices para los voluntarios que intentaban ofrecer su apoyo.

En medio de estas tragedias, también se han llevado a cabo historias de esperanza, como el rescate reciente de una mujer en Benetúser que había permanecido atrapada dentro de su vehículo durante tres días. Los efectivos de emergencias continúan trabajando incansablemente para rescatar a personas que aún están desaparecidas. Además, se estima que más de 4,500 comercios han sufrido daños significativos, de los cuales hasta 1,800 han quedado completamente destruidos, según informes de la Cámara de Comercio de Valencia.

La DANA ha dejado estragos en diversas partes de la Comunidad Valenciana, afectando lugares como Alaquàs, Albal y Aldaia. Las autoridades locales están trabajando en la evaluación de los daños y en el restablecimiento de servicios básicos. Se han descrito escenas desoladoras y la necesidad urgente de asistencia humanitaria es evidente. Con el tiempo corriendo en su contra y con pronósticos de más lluvias, las comunidades se encuentran en la lucha por la supervivencia.

Por otra parte, Protección Civil ha emitido alertas en varias regiones, instando a la población a evitar viajes innecesarios y permanecer alejados de áreas propensas a inundaciones. El clima sigue siendo volátil, con pronósticos de fuertes lluvias para los próximos días.

El respaldo de la sociedad civil ha sido notable, destacándose el impulso de cadenas de solidaridad y la capacidad de la comunidad para unirse en tiempos de crisis. El compromiso de muchos ciudadanos que se han ofrecido como voluntarios demuestra la resiliencia del pueblo valenciano frente a esta catástrofe.

Se informa que la recuperación podría tomar semanas, si no meses, dependiendo de la magnitud de los daños y la eficacia de la respuesta de emergencia. El Gobierno también ha iniciado negociaciones con seguros y organizaciones de ayuda internacional para asegurar que las víctimas reciban la asistencia necesaria. Los daños no solo han afectado a viviendas y negocios, sino que también han provocado pérdidas irreparables en algunas infraestructuras públicas, que deberán ser reconstruidas con urgencia.