La próxima gota fría: Causas, efectos y la batalla ideológica para la gestión del agua en España
2024-11-10
Autor: David
La Península Ibérica, a lo largo de su historia, ha sido víctima del fenómeno conocido como 'gota fría', que ocasiona desbordamientos catastróficos y pérdidas tanto de bienes materiales como de vidas humanas.
Este fenómeno, que se produce principalmente en otoño, es generado por el calentamiento del mar Mediterráneo, que libera grandes cantidades de vapor de agua. Este vapor se encuentra con frentes fríos que provienen del ártico, lo que da lugar a intensas precipitaciones. En particular, el Levante español, con su accidentada orografía que incluye multitud de sierras y rambas, se ve especialmente afectado por estos eventos meteorológicos extremos.
El fenómeno es una proverbial 'trampa hidráulica' para las sociedades que, desde tiempos antiguos, se han asentado en llanuras de inundación por su gran riqueza agrícola. Sin embargo, esta prosperidad conlleva riesgos significativos, y la gestión del agua en el contexto de estos riesgos exige ingenieros competentes y estrategas políticos eficaces. Esta dependencia del clima extremo ha llevado, en ocasiones, a la caída de gobiernos y hasta de imperios.
En el siglo XXI, una nueva casta se suma a los ingenieros: los ambientalistas y ecologistas. Mientras que muchos de ellos tienen buenas intenciones, a menudo sus propuestas desestiman la realidad geológica y climática de España, un país con su particularidades que lo hacen completamente diferente al resto de Europa. La legislación ecológica debe tener en cuenta estas particularidades para evitar consecuencias desastrosas para la población.
No podemos olvidar la falta histórica de previsión. En 2004, el Plan Hidrológico Nacional fue cancelado. Este plan hubiera establecido medidas adecuadas para la regulación del agua; sin embargo, fue desechado sin que se implementaran alternativas viables. Lo mismo sucede con el actual gobierno valenciano, donde se ha priorizado la protección de huertas en lugar de realizar las obras de ingeniería necesarias en los barrancos considerados de riesgo. Esta ideología ambiental en ocasiones choca frontalmente con la necesidad de implementación de infraestructuras esenciales.
Y qué decir del cambio climático, un tema que ha entrado en la narrativa política moderna. Sin embargo, los registros de desastres naturales en España son tan antiguos como la propia historia del país; inundaciones en Valencia, Murcia y Bilbao han sido comunes, y muchos creen que no son nuevas, sino parte de un ciclo natural de nuestro clima.
Para enfrentar futuros desastres provocados por gotas frías, es crucial que la Unión Europea contemple las especificidades de la Península Ibérica en sus políticas y legislaciones ambientales, evitando de este modo, que la ideología prevalezca sobre las necesidades del pueblo.
La acumulación de desastres ha puesto a prueba a instancias tanto gubernamentales como opositoras, evidenciando la fragilidad de nuestras estructuras organizativas y la inoperancia de ciertas políticas. Este sábado, durante la manifestación en Valencia, quedará claro que la población está demandando respuestas a la inacción de sus dirigentes.