Juan Urdangarin, el primogénito de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ha tratado de vivir su vida alejado de los focos mediáticos. Sin embargo, recientemente la atención de la prensa internacional se ha centrado en él, exponiendo las preocupaciones que su madre tendría sobre la salud mental de su hijo.

El joven, de 25 años, ha captado la atención de los medios alemanes, quienes han estado analizando su comportamiento. A pesar de su deseo de mantener un perfil bajo, la conexión familiar con la realeza española dificulta su anonimato. En su última aparición pública en la boda de Teodora de Grecia, se notó su atuendo elegante, aunque su expresión grave generó numerosas especulaciones.

Desde el divorcio de sus padres, Juan ha asumido un papel más visible como figura pública en eventos familiares, manteniendo siempre una actitud reservada y evitando declaraciones ante la prensa. Esta seriedad ha despertado inquietudes acerca de su bienestar emocional, sugiriendo que podría estar lidiando con problemas de salud mental tras las difíciles circunstancias que ha atravesado su familia en los últimos años.

“Es sabido que el escándalo de Urdangarin no trajo más que desasosiego a la familia”, señalaba el medio Bunte. La madre de Juan, preocupado por el impacto de la controversia mediática, teme que su hijo esté sufriendo por la presión de ser un miembro de la familia real, lo que podría explicar su falta de sonrisas frente a las cámaras.

Aunque los hijos de Cristina e Iñaki han estado expuestos desde pequeños al ojo público, ha sido solo en los últimos meses que han comenzado a recibir una concentración de atención mediática significativa. En lo que respecta a la trayectoria profesional de Juan, se sabe que ha estudiado Relaciones Internacionales y Economía en la Universidad de Essex en el Reino Unido. Actualmente, trabaja como asistente de producción junior en Off Roald Extreme E, una innovadora empresa dedicada a la competencia de vehículos eléctricos, lo que destaca su interés por tecnologías sostenibles.

En medio de las crisis familiares y la presión mediática, muchos se preguntan: ¿Está Juan preparado para llevar el peso de su legado familiar? Las respuestas permanecen inciertas, pero es claro que su camino hacia la madurez será un recorrido lleno de desafíos.