El salvavidas que una vez fue el WiZink Center ya no parece ser suficiente. El Real Madrid ha caído ante el Anadolu Efes (64-74), una derrota que resalta la fragilidad del equipo en una temporada marcada por altibajos y desilusiones. Con un balance de 4 derrotas en los últimos 5 partidos, el equipo blanco se encuentra fuera de los playoffs de la Euroliga, acumulando un total de 6 tropiezos en esta competición.

En unas declaraciones que revelan la frustración en la plantilla, Chus Mateo apontaba: "Hemos empezado con la mentalidad errónea, yendo a lo más fácil, que era jugar en el perímetro de nuestro ataque... Hemos perdido diez balones y hemos tomado más tiros lejanos que buscar a los interiores en la pintura". Esta falta de enfoque y errores simples han llevado al Madrid a una de sus peores perspectivas en competiciones europeas.

La actuación de los jugadores ha generado preocupación, especialmente en el caso de Edy Tavares. El pívot, considerado una de las armas más letales del equipo, ha sido eclipsado por la falta de juego colectivo, terminando el partido con un 0/0 en tiros libres debido a que le llegó muy poco el balón.

Facu Campazzo, en una crítica sincera, declaró en el descanso que "no hemos jugado una mierda", subrayando una vez más que el equipo ha intentado jugar en solitario, en lugar de trabajar en conjunto, lo que ha resultado en una evidente falta de química en la cancha.

Además, se ha vuelto visible la dependencia de los jugadores "de siempre" en las rotaciones, lo que ha llevado a una notable falta de frescura en los minutos finales del partido. Durante el tercer y último cuarto, Mateo apenas realizó cambios, dejando a Campazzo, Hezonja y Tavares en el campo durante casi todo el encuentro. Esta elección, que en su día fue criticada por Mario Hezonja, ha mostrado sus efectos con un equipo que se queda sin energía y sin alternativas.

A medida que la Euroliga avanza, el Real Madrid debe reflexionar seriamente sobre su estrategia y su juego. La presión sobre Chus Mateo aumenta, especialmente tras haber declarado que "debemos tener paciencia". Pero con solo 4 victorias en 10 jornadas y 6 derrotas acumuladas, los seguidores merengues comienzan a cuestionar si esta paciencia se está transformando rápidamente en impaciencia. La pregunta que todos se hacen es: ¿Podrá el Real Madrid recuperar su grandeza o está destinado a un ciclo de decepciones? La respuesta puede tener un impacto significativo en su futuro inmediato.