En las primeras horas de una marcha en Chapinero, Bogotá, cientos de migrantes venezolanos se congregaron con cacerolas, banderas y un sentimiento de esperanza. Yeison Plata, un ingeniero del estado de Táchira, expresó que confían en Edmundo González como el nuevo presidente de Venezuela, mientras se preparan para escuchar a María Corina Machado, quien está convocando a la movilización masiva. "Rompemos con la maldición de Chávez, hoy y para siempre", clamó un pastor desde un escenario. La falta de presencia de políticos colombianos en el evento fue notoria, con la excepción de la exvicepresidenta Marta Lucía Ramírez, quien reconoció a González como presidente legítimo.

Mientras tanto, en Venezuela, la llegada del secretario general de la OPEP, Haitham al Ghais, marcó un intenso apoyo internacional al gobierno de Maduro, que se prepara para su juramentación. Sin embargo, la situación se complica tras la desaparición del yerno de Edmundo González, Rafael Tudares, quien fue secuestrado por hombres encapuchados, lo cual González condemnamó enérgicamente, subrayando la escalada de violaciones de derechos humanos bajo el régimen actual.

En este clima de tensión, el Papa Francisco ha llamado a respetar los derechos humanos en Venezuela y a iniciar negociaciones para el bienestar del país, señalando la grave crisis política que enfrenta la nación. Su llamado ha sido acompañado por el anuncio de un enviado especial de China, Wang Dongming, que asistirá a la toma de posesión de Maduro, quien ha sido calificado como 'dictador' por varios líderes, incluido el expresidente colombiano Iván Duque. Duque criticó la ambigüedad de Gustavo Petro ante estos eventos, exigiendo una postura clara sobre la dictadura de Maduro.

En un giro inesperado, Edmundo González, buscando respaldo internacional, ha llegado a Santo Domingo, donde se reunirá con el presidente Luis Abinader y varios expresidentes latinoamericanos. Durante su gira, ha ocurrido un aumento en la presión internacional sobre el régimen de Maduro, quien enfrenta críticas y amenazas ante la no legitimidad de su reelección.

A medida que los ciudadanos siguen exigiendo el cambio, María Corina Machado ha instado a la población a prepararse para manifestaciones masivas, expresando que "Venezuela ya no dará lástima, dará orgullo" y que es momento de unirse como país para construir un futuro democrático.

La convocación de Machado y el ambiente de protestas resaltan la polarización actual en Venezuela, donde se viven tensiones en la antesala del nuevo mandato de Maduro, en medio de amenazas de más arrestos y violentas represiones a la disidencia. El 10 de enero de 2025 se ha vuelto una fecha clave, generando expectativas de cambio tanto dentro como fuera del país, pero las dudas persisten: ¿será este el inicio de una nueva era en Venezuela o un simple capítulo más en la prolongada crisis?