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La montaña rusa de Ana Peleteiro en 12 meses: una odisea deportiva y personal

2024-12-29

Autor: María

Un año puede parecer breve, con solo 12 meses y 365 días, pero la trayectoria de Ana Peleteiro en 2024 ha sido una verdadera montaña rusa que refleja una vida entera cargada de emociones intensas y desafíos. Desde triunfos deportivos hasta decepciones y cambios radicales en su vida personal, la historia de Peleteiro es un testimonio de lucha y resiliencia.

En el ámbito deportivo, Ana comenzó el año celebrando su primer gran éxito tras convertirse en madre: se coronó campeona de Europa y ganó su primera medalla mundial. Sin embargo, su experiencia en los Juegos Olímpicos fue desafiante, quedando en sexta posición en la final de Saint-Denis, un golpe duro para una atleta de su calibre. Este desenlace negativo marcó el final de su colaboración con Iván Pedroso, aclamado como uno de los mejores entrenadores de salto a nivel mundial. Decidió regresar a su pueblo natal, Ribeira, y comenzar a ser entrenada por su esposo, Benjamin Compaoré. También implementó cambios significativos en su técnica, como un nuevo estilo de salto.

El lado social de Ana ha cobrado fuerza a medida que crece su presencia en las redes sociales. Su historia también incluye una valentía notable al compartir una denuncia de abuso sexual contra una expareja, lo que ha llevado a un importante diálogo sobre la violencia de género.

Con una renovación de energías y la motivación de una madre primeriza, Ana Peleteiro se enfrentó a su temporada con entusiasmo, buscando recuperar las sensaciones que la habían llevado a ser una de las mejores atletas del mundo. Sin embargo, el camino estuvo lleno de sorpresas que nadie pudo predecir. Tras no alcanzar la marca mínima para el Mundial al aire libre en Budapest, la vista se centró en el Mundial en pista cubierta en Glasgow, un lugar que le traía buenos recuerdos.

El gran momento llegó cuando su hija Lúa celebró junto a ella su medalla de bronce en la cita escocesa, con un impresionante salto de 14,75 metros, lo que le abrió las puertas de nuevo a la elite del atletismo justo a tiempo para los Juegos Olímpicos.

"Estoy en mi mejor momento", afirmaba en mayo, y no tardó en confirmarlo conquistando su primera medalla de oro en el Europeo al aire libre en Roma. La lesión grave de su competidora Yulimar Rojas también le brindó una oportunidad inesperada para destacar. En un giro emocional, estuvo presente cuando Rojas sufrió su lesión y compartieron un momento de apoyo mutuo, aunque el ambiente competidor le hacía soñar con superarla en el futuro.

Sin embargo, los Juegos de agosto trajeron más desafíos. Las condiciones climáticas desfavorables la sorprendieron en un momento crítico, resultando en un sexto lugar que dejó un sabor amargo y una oleada de críticas en redes sociales. En busca de consuelo, regresó a su hogar, donde reflexionó sobre sus sacrificios y el impacto personal de sus fracasos.

Al regresar a la competencia, la relación con Pedroso llegó a su fin. Ana explicó que deseaba criar a su hija en un ambiente familiar más próximo. Y así, con el apoyo de su marido, inició una nueva etapa en su carrera.

La temporada se cerró no solo con éxitos deportivos, sino con emprendimientos personales. Abrirá un gimnasio en A Coruña y una cafetería llamada Area Café en 2025, sumando a su imagen de influencer y empresaria.

Ana ha experimentado un auge considerable en redes sociales, revelando que sus ingresos a través de estos medios han aumentado notablemente. Recientemente, una denuncia pública por abuso sexual trajo una nueva ola de interacciones, mostrando tanto apoyo como críticas.

Con más desafíos en el horizonte, Ana Peleteiro está lista para enfrentar el nuevo año, con los ojos puestos en las competiciones internacionales y en continuar siendo una voz activa en la lucha contra el racismo y el abuso. Sin duda, el fenómeno Peleteiro sigue marcando pautas, y su viaje parece estar lejos de concluir.