El laboratorio JPL de la NASA ha hecho un hallazgo sorprendente al investigar la famosa plaga de 'arañas' en Marte, revelando que estas formaciones no son lo que parecen.

Desde que el interés por Marte ha crecido, impulsado por figuras como Elon Musk y la competencia espacial con China, la curiosidad sobre el Planeta Rojo ha tomado un nuevo impulso. Uno de los enigmas más fascinantes con los que nos hemos encontrado son las extrañas formaciones que se asemejan a arañas, observadas en el Polo Sur de Marte. Sin embargo, un reciente estudio liderado por Lauren Mc Keown, investigadora del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, ha destapado la verdad detrás de estas formaciones, que han causado revuelo en la comunidad científica.

La investigación, publicada por IFLScience y The Planetary Science Journal, confirma que el modelo de Kieffer es el correcto y que lo que se han llamado 'arañas de Marte' son en realidad patrones resultantes del calentamiento y enfriamiento del hielo superficial durante los cambios estacionales.

En el proceso, la luz solar penetra a través de las placas de hielo traslúcidas durante la primavera, causando que la radiación de longitud de onda térmica se atrape y caliente el regolito situado debajo. Este fenómeno provoca que el hielo sublime desde su base, llevando a la formación de estas estructuras que, visualmente, se asemejan a arañas, pero que son en realidad la consecuencia de procesos completamente naturales y físicos.

El referente modelo de Kieffer ha sido validado tras años de trabajo en el Banco de Pruebas de Simulación de Bajo Vacío Sucio para Entornos Helados (DUSTIE) en California. Aquí, el equipo recreó condiciones similares a las de Marte, utilizando tierra de composición similar a la de la superficie marciana y simulando el hielo en varias etapas. Después de una intensa labor de cinco años, lograron replicar el fenómeno, observando cómo se producían erupciones de regolito en el proceso.

Este descubrimiento ha generado una ola de interés, ya que sugiere que características geológicas adicionales en Marte, tales como formaciones poligonales, surcos de arena o canales dendríticos, podrían haber surgido de mecanismos similares. Esto plantea interrogantes fascinantes sobre la geología de Marte y la posibilidad de entender su historia y evolución.

Así que, por ahora, no hay motivos para temer a las arañas gigantes cuando los humanos finalmente pisen Marte. Lo que realmente hay en ese vasto paisaje marciano es un mundo lleno de maravillas naturales que aún nos queda por explorar y comprender.