Juana Rivas enfrenta una carrera contra el tiempo en su lucha judicial por mantener a su hijo menor en España. Este martes, los juzgados de Málaga y Granada han rechazado las solicitudes de Rivas para evitar que su hijo Daniel, de 10 años, regrese a Italia junto a su padre, Francesco Arcuri, quien ha sido procesado por maltrato.

El abogado de Rivas había solicitado una orden de protección, alegando amenazas e intimidaciones por parte de Arcuri, y pidió la suspensión de su custodia. Sin embargo, los tribunales han desestimado estas peticiones, archivando provisionalmente la denuncia. En paralelo, la defensa ha denunciado a Arcuri por coacción y amenazas, pero el resultado ha sido igualmente desfavorable para la madre.

Hoy, la Corte de Apelación de Cagliari envió una notificación formal indicando que Daniel deberá regresar a Italia con su padre, generando una gran indignación entre sus abogados, quienes afirman que esto obliga a Rivas a ocultar el maltrato que su hijo sufre.

Esta decisión ha dejado a Juana Rivas pidiendo medidas de protección internacional para su hijo, tras no haber obtenido resultados satisfactorios en corte nacional. Rivas sostiene que Daniel se encuentra en una clara situación de riesgo y teme por su vida si debe regresar junto a Arcuri.

Las tensiones aumentan, y se ha reportado que Rivas recibió más de cuarenta llamadas intimidatorias en la última semana, lo que sugiere un patrón de acoso que podría incurrir en delitos de violencia de género. Además, el hijo mayor de Rivas, Gabriel, ha expresado su preocupación por la seguridad de su hermano, indicando que Daniel ha manifestado miedo extremo hacia su padre.

Gabriel, quien regresó a España el año pasado, reveló que su hermano siente que vive en un constante estado de terror y que teme por su vida, una situación alarmante que ha llamado la atención de las autoridades y medios de comunicación.

La situación ha captado también el interés de altos funcionarios del gobierno. La vicepresidenta del Gobierno español, Yolanda Díaz, ha expresado su apoyo público hacia Rivas, asegurando que se harán esfuerzos para evitar que Daniel vuelva a Italia. La ministra de Juventud, Sira Rego, también ha ofrecido su apoyo, enfatizando la importancia de escuchar la voz de Daniel y su derecho a vivir en un entorno seguro.

Este caso, que se remonta a 2017, ha estado envuelto en controversia y tristeza, especialmente por la condena que Rivas recibió por supuesta sustracción de menores al intentar proteger a sus hijos del mismo padre al que ahora la justicia parece devolverles, generando un profundo debate sobre la protección infantil y el manejo de casos de violencia de género en la familia. El futuro de Daniel y su seguridad sigue siendo una prioridad, mientras el caso avanza por los complicados caminos del sistema judicial.