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La Duquesa de Kent, Catalina, fallece a los 92 años: Un adiós a una 'royal' que prefería su nombre de pila

2025-09-05

Autor: Carmen

Una Triste Pérdida en la Familia Real

Con profundo pesar, el Palacio de Buckingham ha comunicado el fallecimiento de Su Alteza Real, la Duquesa de Kent, Catalina Worsley, quien se apagó en Kensington Palace, rodeada de su amada familia. A los 92 años, su partida deja un vacío en la familia real británica.

Recuerdos de una Vida Dedicada al Servicio

La familia real ha expresado sus más sinceras condolencias y rememorado la dedicación de la Duquesa a diversas causas, su amor por la música y su gran empatía hacia la juventud. Catalina, esposa del Príncipe Eduardo, Duque de Kent, se alejaba de la vida pública desde 1996, prefiriendo ser conocida simplemente como "Catalina" en lugar de "Su Alteza Real".

Días de Duelo en el Reino Unido

Se ha informado que el rey recibió la noticia del fallecimiento mientras estaba en Balmoral. Se ha decretado un periodo de luto, aunque no se cancelará la agenda real en su totalidad, a diferencia de lo que ocurriría con miembros de más alto rango. Durante estos días, se espera que la familia y los empleados vistan de negro.

Un Camino Lleno de Desafíos

Catalina tuvo que enfrentar difíciles momentos en su vida. La Duquesa sufrió la pérdida de varios hijos, lo que la sumió en una profunda depresión. Ha hablado abiertamente sobre el impacto devastador que esto tuvo en ella, reconociendo que no fue una etapa fácil, pero que eventualmente logró recuperar su equilibrio emocional.

Luchas de Salud y Resiliencia

A lo largo de los años, Catalina también luchó contra la celiaquía y el síndrome de fatiga crónica, enfermedades que complicaron su vida diaria. Sin embargo, su fortaleza y determinación para sobrellevar estas pruebas fueron admirables, y su historia resuena con muchas personas que han enfrentado desafíos similares.

Un Legado que Vivirá por Siempre

La Duquesa de Kent dejó una huella indeleble en todos aquellos que tuvieron la suerte de conocerla. Su compasión y dedicación a las causas benéficas perdurarán en la memoria colectiva de los británicos. A medida que la familia real y el país entero lamentan su pérdida, recordemos una vida vivida con amor y autenticidad.