La DANA ha dejado un saldo trágico en Aldaia, con tres víctimas fatales confirmadas. El desbordamiento del Barranc de la Saleta, que ocurrió al anochecer, inundó el municipio en cuestión de minutos, arrastrando coches y dejando a muchas personas atrapadas en sus hogares, resultando en un desastre absoluto.

El alcalde Guillermo Luján ha informado sobre el fallecimiento de tres residentes de plantas bajas cercanas al barranc. Según el mandatario, dos de las víctimas vivían en la misma vivienda, mientras que la tercera era un vecino de otro edificio. Todos fueron sorprendidos por la súbita crecida del agua que anegó sus hogares.

"Un desastre" es como lo describe Luján, quien a primera hora de la mañana de ayer se mostró consternado por la situación. Relató que alrededor de las 20 horas, el desbordamiento del barranco inundó gran parte de Aldaia. "El agua cubrió el pueblo, y no fue hasta después de las cuatro de la madrugada que los niveles empezaron a bajar," explica.

El ayuntamiento ha centralizado las operaciones de emergencia, y los equipos de rescate y limpieza están trabajando incansablemente para ayudar a los afectados. Las primeras horas tras la inundación fueron cruciales para salvar vidas y evaluar daños, mientras que las tareas de limpieza comenzaron inmediatamente después de que el nivel del agua disminuyó.

Los vecinos, junto con la brigada municipal, se han movilizado para sacar a la calle los objetos dañados por el torrente de agua. Fuentes del municipio indican que "todo el pueblo está afectado" y se estima que las tareas de recuperación podrían llevar semanas, incluso meses.

Este trágico suceso no es el primero en la historia reciente de Aldaia. En 2023 hubo un incidente similar que impactó a la comunidad, lo que resalta la necesidad urgente de mejorar la infraestructura de drenaje y la planificación urbana para prevenir futuras tragedias.

La comunidad se enfrenta ahora a un largo camino de recuperación, y muchos se preguntan: ¿qué medidas se tomarán para evitar que esto vuelva a suceder? La incertidumbre es palpable, y el sentimiento de tristeza y pérdida se siente en cada rincón del municipio.