La reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó Valencia ha dejado un rastro de devastación, con muchas vidas perdidas y personas desaparecidas. Sin embargo, las reacciones de algunos políticos han desviado la atención hacia la AEMT, acusándola de no emitir alertas a tiempo, cuando en realidad sí lo hizo. Esta lamentable situación ha llevado a que algunos científicos se conviertan en blanco de ataques por parte de grupos extremistas y propagadores de noticias falsas. Antonio García Ferreras, en un emotivo mensaje de apoyo, se dirigió a Rubén del Campo, portavoz de la AMET, destacando la importancia del trabajo de estos profesionales.

El periodista científico José Luis Gallego ha reiterado este apoyo, afirmando que la labor de los meteorólogos, geógrafos y científicos es crucial para entender fenómenos como el que ha afectado a Valencia. Gallego subrayó que "España ha sido víctima de un evento meteorológico extremo que ha sido exacerbado por el calentamiento global, debido al cambio climático".

Según estudios recientes, se prevé que fenómenos climáticos severos como la DANA se vuelvan más frecuentes si no se toman medidas inmediatas. La situación en Valencia es un recordatorio contundente de la urgencia con la que se debe actuar contra el cambio climático, y se espera que exista una mayor concienciación y acción por parte de la sociedad y, especialmente, de los responsables políticos.

Este desastre no solo tiene un impacto inmediato en las vidas y propiedades de los ciudadanos, sino que también plantea serias preguntas sobre cómo se están manejando y mitigando los riesgos climáticos en España. A medida que la comunidad científica advierte sobre la crisis climática, el tiempo para la acción es ahora; ignorar el mensaje sería un error irreparable.